lunes, 31 de diciembre de 2012

España Art Decó

Foto: Peter Krasznai

He estado en el Mercado de San Miguel. Fui el día de Navidad, era de tarde, y me empujaba ese deje tradicionalista que, todos los años, ejerce de sujeto implícito durante las fiestas. No es un impulso nostálgico, ni una exquisitez del alma al aroma solidario, ni siquiera es una reminiscencia de paraíso perdido, simplemente nos dejamos llevar por el instinto gregario y podemos aparecer en cualquier sitio. Lo mismo da una avenida encenagada de luces que un hipermercado con escaparates de diseño, o una plaza cuajada de tenderetes decorados a lo Hansel y Gretel. Aterricé, por casualidad, en La Latina, y ahí estaba, cristal y negro con hechuras art decó. Dentro también todo relucía art decó: las cien vinotecas talladas en maderas nobles y hierro, los mil alemanes celebrando la cosecha riojana a precio de champán francés, y los dos mil españoles/as, con niño y carrito, que aprovechaban el calorcito para montar tertulia - consumición aparte - en las galerías. Hasta el mostrador oficial, con morena de clavel en la oreja y venta de castañuelas homologadas, dejaba entrever el futuro art decó que nos espera: con la inestimable aportación de Eurovegas, y un buen recauchutado de monumentos, volveremos a ser el spa de los países industrializados europeos, como en 1925.

Por si me quedaban dudas, de vuelta casa, encuentro en la red de mi barco Toshiba un pequeño bocarte que está remontando internet. El pescadito nace en la BBC y, dicen, le ha provocado urticaria a Rita Barberá, y una crisis de ansiedad al resto del PP. Postales turísticas del despilfarro en la Comunidad de Valencia; normal que les preocupe con la cantidad de naturales del imperio que hay sueltos por la costa.
La Navidad es lo que tiene, una cuasi lágrima por lo que pudo haber sido, lo que es y lo que, sin duda, será. Menos mal que dentro de nada empieza la cuesta de enero.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Palabros

Nunca deja de sorprenderme la creatividad semi creacionista con que nuestra casta política inventa palabras eufemísticas, las aplican a conceptos ya existentes y luego lo llaman recurso de oratoria. 

Ellos convirtieron el fraude bancario en “desajuste”, el fiscal en “exención tributaria específica”, y las riñas tumultuarias previas a los Congresos de partido, en “corrientes de opinión”. Ahora se han sacado de la manga un nuevo palabro: externalización, que viene a ser la privatización de toda la vida, pero con pajarita y traje de Armani.

Me gustaría saber qué pasaría si los ciudadanos decidiéramos externalizar la gestión de nuestra soberanía, -la otra cara de la moneda de nuestros derechos-, y cedérsela, por un módico precio y a cambio de higiene política, a, por ejemplo, el estado finlandés. Siguiendo la argumentación de Génova, prácticamente se puede externalizar la gestión de todo, pero deberíamos tener cuidado y considerar que:
  • A la externalización de la gestión del cuerpo propio en beneficio de terceros, se le llama, también, proxenetismo.
  • La externalización de la gestión de patentes podría ser vista como venta de patrimonio intelectual a terceros países (espionaje en situaciones extremas).
  • La externalización de la gestión de compras de una casa, por profesionales ajenos a la familia, termina indefectiblemente en sisa.
Y, así hasta el infinito. Hay una especie de cualidad de dejación de las obligaciones, en cada externalización, y, claro, resulta muy duro tener que admitir la incapacidad. Si, además, solucionan la vida de un familiar -y me remito al Consejo de Administración de Capio, pero el Consejo de cualquier Caja me vale- hay que reconocer que, esta vez, sus Señorías se han creado un palabro muy útil, que les viene como anillo para el dedo con que nos hacen la peineta. Ahora ya solo falta que la Real Academia lo registre oficialmente en su Nuevo Diccionario, entre otras palabras de espanglish.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

El test

Decididamente España es un país de creativos. Si me atreviese, casi compararía los últimos tiempos con el Renacimiento en su etapa florentina (primero los artistas plásticos del PSOE, y ahora los insignes literatos del PP). Los más humildes, la población activa, goza y utiliza profusamente la página web personalizada; los profesionales de la palabra se hacen con palestras remuneradas; y luego está la Alta Literatura: Mª Teresa Campos, José Mª Aznar, Jorge Javier Vázquez... Hombres y mujeres que derraman su talento para rendir pleitesía escrita a la causa del ego: Campos al ego del poder, Aznar al ego de la historia, Vázquez al ego, a secas.

Mirando tanto despliegue, me he dejado llevar por el espíritu tecnológico del siglo XX, donde me crié, y he realizado un estudio estadístico tipo test, buscando similitudes entre los varones, con resultados sorprendentes:
  1. Ambos han escrito un best seller.
  2. Ambos comparten obsesión por su estado físico.
  3. Ambos meriendan del público.
  4. Ambos publicitan lo suyo en circuitos específicos (Aznar en “medios afines”. Vázquez en “El Corte Inglés”)
  5. Ambos tienen lectores asegurados (Aznar cualquier español con carnet del Partido. Vázquez cualquier señora con tarjeta de visita de Tele 5).
  6. Ambos tuvieron co-presentadora en los primeros tiempos (Aznar aparcó la suya en el sillón de la alcaldía madrileña. Vázquez la dejó tirada en el diván de un psiquiatra).
  7. Ambos gozan de/con el populismo clásico.
  8. Ambos miden prácticamente lo mismo.
Visto lo visto, con las conclusiones en la mano, si yo fuera Rajoy o Vasile, andaría de puntillas no vaya a ser que persigan, ambos, una presidencia.

jueves, 20 de diciembre de 2012

El palé

Yo a mis hijas, a veces, las siento accionariadas, lejanas e inaccesibles, como la Bolsa; una de esas empresas con proyección de holding en cuyo consejo de administración la mayoría cambia de manos por razones impredecibles, y durante un periodo circunstancial, pero después de haber provocado una sangría sentimental. Al principio era una Sociedad Limitada que su padre y yo organizábamos y gestionábamos como un bien público, a base de argumentos éticos y disciplina consensuada, sin esperar plusvalía. Pero con la crisis del 95 hubo que admitir accionistas privados -concretamente cinco paquetes de bonos a diez años- y pasamos a ser Sociedad Anónima. Inmediatamente, los nuevos consejeros empezaron a invertir en I+D, y a exigir los correspondientes beneficios. Cinco años después, cuando la matriz principal conseguía (bien es cierto que a duras penas) cubrir las expectativas de sus inversores, hubo que ampliar capital. El nuevo giro bursátil dio entrada en el consejo a mis dos hijas, mayores de edad, a costa básicamente del paquete accionarial de los fundadores de la empresa (su padre y yo, aunque él todavía mantiene cierto control). En este momento, me siento como si me hubiesen pre jubilado  a la fuerza, vago, despistada, por un retiro informatizado y sufro de creacionismo compulsivo (necesidad constante de rellenar los espacios huecos del día a día, a base de actividades enriquecedoras)

Algún detallista, incluso servidora, se cuestionará el significado de “enriquecedoras”. Y fuera de valoraciones espirituales se podría definir como aquello que apetece al individuo y no daña a particulares.

Ahora, también, mis niñas empiezan a cotizar como Cooperativa con Mecenazgo de Fundación, y me enorgullece haber participado en la creación de la franquicia. Desde el punto de vista empresarial, empezarán a producir pingues plusvalías dentro de unos cinco años; justo cuando se haya acabado la Crisis de 2008. Entonces, me temo, se irán definitivamente de casa. ¿Quedarán suficientes ONGs para rellenar mis espacios vacíos? Miedo me da.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Trapos sucios

Foto: Nemo
Paseaba ayer con Manolito -en nuestra eterna búsqueda de un rincón esquinero aún no okupado por la política de privatización municipal- cuando, al cruzar la Plaza de San Ildefonso, una lata de cerveza, llena y abierta, me pasó rozando con la velocidad de un misil tierra-tierra. Sin darnos cuenta, estábamos en la franja de Gaza de unos encontronazos que, por lo visto, se repiten todos los días, a la misma hora, desde hace varios años. Se trata de una herida abierta en brick que ha salido a la luz,- como los preparacionistas norteamericanos (el otro extremo del creacionismo)-, con el asesinato indiscriminado de árboles, mobiliario urbano y espacios públicos. Tienen el conflicto dos mendigos, -él y ella-, reducidos a un banco de piedra frente a la Iglesia. Y, como vivimos en la España de Belmonte vs Gallo, ya hay dos bandos. Y, a medio camino, los vecinos.

El caso es que, antes, las broncas se celebraban en la esquina norte de la plaza, al amparo de una encina (en la actualidad defenestrada; descanse en paz) y siguiendo escrupulosamente las reglas del Marqués. Pero, claro, ese rincón sin urbanizar de cafelitos, estropeaba el paisaje - solo para turistas-, de la municipalidad, y los beneficios, muy pingues, de la dueña de “Con Hache”, un chiringuito/restaurante que, como la marabunta, avanza a razón de cinco mesas por temporada sin atender a la supervivencia del resto de las especies. Así, una vez alicatada la plaza, han quedado al descubierto vergüenzas íntimas del barrio, como el número exacto de mendigos, la soledad, al peso, de los ancianos, o el desconcierto tumultuario de los chavales que, sin jardines para jugar al fútbol y superado el botellón, se dedican a la sentada de fin de semana.

Salen a la luz trapos sucios inimaginables como el bochornoso espectáculo de un coche policial, con el taxímetro en marcha, estacionado en medio de la acera y sin pedir documentación a los reponedores chinos de la cerveza de medianoche. O los Señores de las Terraza que, como los Señores de la Guerra afganos, arramplan con las bolsitas “recoge cacas” de toda la comunidad y, si todavía quedan perros osados, los envenenan. O el trapicheo de locales (hasta hace dos días, mercerías) mutados de comercio familiar a negocio multinacional y alcohólico. O la oleada de ITVs que desalojó un edificio entero (previo incendio intencionado) para revender el vacío a multinacionales del alimentaje. O la erupción simultánea de kioscos a la italiana, que tienen nombre de opereta pero podrían considerarse NewPol aunque vendan porciones de pizza. O... Se me ocurren cien ejemplos más, uno por cada insulto a nuestra inteligencia ciudadana.

El misil tierra-tierra pasó rozando el hocico de Manolo y se estrelló contra la fachada de la pescadería. Nadie se inmutó y, lo más triste, los turistas casi se levantan para aplaudir el espectáculo.

martes, 18 de diciembre de 2012

Parte de guerra

Nueva maniobra del Ayuntamiento, nuevo intento de finta defensiva por mi parte. Este año, con la crisis, parece que no se han retirado las tropas a sus cuarteles de invierno, sino que han decidido adelantar la tradicional ofensiva de primavera (esa que organizan veinte días antes de que empiece el plazo para la Declaración de la Renta y que consiste en invadir de cartitas -más o menos hirientes, según renta- al contribuyente).

El año pasado asaltaron mi cuenta con un ariete de embargo y, tras un primer embate dieron dos pasos atrás para calcular daños y tomar nuevo impulso. Yo contraataqué con dos visitas a Sacramento 3, otras dos a Alcalá 45, una a Guatemala 16 (y varias repartidas por oficinas de la Gran Vía de Atención al ciudadano), y dejando evidencia de mi iracundo paso en forma de escritos debidamente registrados. También hemos tenido un par de escaramuzas por internet pero sin consecuencias, anónimas… Creo.

Sé que voy a perder esta guerra. Lo sé como lo sabían los Confederados después de la Marcha de Sherman, y los republicanos después de la Batalla del Ebro, como sé, también, que es una derrota de pura impotencia, el mejor generador de ira para las almas sencillas, y que, por lo tanto, será una derrota romántica.

Llevo dos alcaldes y medio desde que estallaron las hostilidades:
  1. Álvarez del Manzano y FUNESPAÑA: Acababa de enterrar a una tía abuela y a la familia se salió carísimo.
  2. Ruiz Gallardón: Tocó varios puntos sensibles de nuestra coexistencia municipio/contribuyente, a saber: la hora de aparcamiento, el genocidio arborícora y el alquiler (con derecho a compra) de las plazas vecinales.
  3. Botella: De momento solo tiene consideración de 50% porque no creo que termine la legislatura y, si la termina, ni en broma repite.
Pero sé que he perdido, porque, como los americanos en Vietnam, lucho contra un enemigo invisible.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Encapuchados

Foto: Nemo
Yo, a la del domingo, fui con doble capucha: la blanca de futura paciente que se resiste a pasar a la categoría de cliente; y la negra, obligada en hijas de pensionistas, viudas y con enfermedad crónica. Al igual que servidora, allí había médicos a punto de ser pacientes, internistas de padre jubilado, celadores con futuro patológico e hijos en paro, casi infinitas variaciones y permutaciones del derecho a la Sanidad Pública.

Debo reconocer que, por puro morbo, elegí la marcha del Hospital de... ,por aquello de que pasaba, indefectiblemente, por la Calle Serrano, una Señora Calle de rancio abolengo comercial. Con aceras tan amplias que pueden tenderse hasta tres mendigos, y aún sobra espacio para compradores; donde las gamas más altas (con CD por defecto) aparcan en doble fila, y un doberman con gorra de plato y chaqueta gris marengo, alzado sobre sus dos patitas y enseñando papeles, le evita la multa al jefe. Una calle diseñada por Dior y cortada por Pertegaz, con el vecindario a tono, -tan virgen y casto en la protesta como un pavimento de Swaroski-, que yo imaginaba votante del PP, y con carnet. Pero lo que son las cosas: las capuchas, como gaviotas enfurecidas, abandonaban los portales, al paso de la marcha, con la agresividad de cormoranes. Una gran mayoría eran capuchas de copago y ambulancia taxi, cierto, pero la virulencia y lo agudo de sus gritos, tuvo que reventar algún ventanal de Génova. No se veía una explosión así, de norte a sur, de este a oeste, y con millones de teselas, ¡NO!, surfeando sobre un cabreo blanco, desde los tiempos del tejerazo.

Sin embargo, sigo pensando que con estas movilizaciones medio pensionistas no vamos a ningún lado, hace falta una plaza de permanencia Zafir, un acto de rebeldía estable que implique a todas las capuchas. ¿Habría algún problema en declarar el “funcionamiento hospitalario en rebeldía”? Al fin y al cabo, el propio tsunami blanco aportaría los médicos, los sanitarios y hasta los pacientes; una vez todos instalados en los centros, ¿iban a desalojarnos a gorrazos en medio de una operación? Ganas me dan de sugerirlo y esperar, porque seguro que éramos mas de cinco o seis, y eso sin contar la variedad de capuchas.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Suspenso

Foto: PublicDomainPictures
Mis amigas se podrían describir como abigarrado y colorista ramillete de sinsabores de esos que  regala pródigamente la vida. Todas tenemos retoños en edad de poner a prueba el instinto materno, la mayoría cargan con divorcios, perros, gatos y, algunas, además, aportamos nieto. Una de ellas, bastante íntima, acaba de recibir una bofetada de inmersión doméstica, metafóricamente hablando. Su hija le ha pedido expresamente que no vaya a la primera celebración pública de su primer nieto.

“¿Qué se puede hacer cuando los hijos se avergüenzan de una?”, me ha preguntado. Y yo he estado tentada de responderle “Nada”; pero tenía los ojos tan transparentes que no me he atrevido. A cambio la he obsequiado con un despliegue bastante convincente de argumentos a favor del distanciamiento familiar:
  • La perspectiva aclara la mente.
  • La valoración de lo ausente incrementa su valor intrínseco.
  • El apoyo a la maduración de una semilla consiste en dejar que las raíces crezcan libremente.
¡Dios, parecía un libro de autoayuda!

Sin embargo estaba pensando en la paradoja: he aquí una generación entera de mujeres ansiosas por convertirse en matriarcas de un linaje de madres solteras como último grito de rebeldía, y sus hijas-madres se avergüenzan del grito. Ahora, que ya es mucho más fácil ocultar la deformidad familiar porque los saraos no se celebran en los domicilios particulares, sino en salas infantiles especializadas, basta con dejar el muñón en casa.

Mi amiga, que es otra pringada en paro pero no idiota, me estaba siguiendo el pensamiento y lo ha cristalizado en palabras cuando yo terminaba de citarle lugares comunes del ego:

“Es curioso, ¿verdad? - me ha dicho - Yo hubiera matado por una madre como yo.”

Más razón que un santo. Nosotras vivimos la Larga Marcha, tuvimos que bregar con una generación de madres que anteponía la posesión legal de un macho (o del apellido), a los intereses comunes de todas las hembras; y, aparentemente, hemos conseguido transmitir el mensaje de los hechos, pero no el de las razones. Al final, en la consideración de las madres de nuestros nietos, no alcanzamos un 5 social ni raspando. Nos han puesto un tres y medio. El tres por frikies, el medio punto, por radicales.

jueves, 13 de diciembre de 2012

El conejo

Foto: geralt
La Marea Verde académica, la Marea Blanca sanitaria, la Marea Negra judicial… Esto es, en realidad, un tsunami y me da la impresión de que el PP no tiene suficientes salvavidas para todos sus cargos públicos. Pero, fuera de nuestras fronteras nacionales, muy mal tiene que prever el futuro la derecha cuando el Papa (la herramienta de ataque y defensa más radical del conservadurismo) aprovecha una fecha de superstición pura y dura -121212- para recordarnos su existencia humana a través de Twitter. Con la que está cayendo, Dios necesitaría algo mas fuerte que un tuit para recordarnos la suya a los españoles, que miramos a Génova como al Purgatorio (el infierno, ya se sabe, es nuestra propia coexistencia).

Lo cierto es que entre las amenazas del 12 del XII del 2012, del calendario gregoriano, y el 21 del XII del 2012, del calendario maya, parece que nadie tiene ganas de colgar bolas al arbolito - excepto el Ayuntamiento de la Botella que, de momento, ya se ha colgado la guirnalda de la Comisión Madrid Arena. Un pensamiento tácito recorre las conciencias de creyentes y asilados: "Si no vamos a llegar al 24, ¿para qué montar un nacimiento cuando el PP ya disfruta de un Belén generalizado en la calle?"

Personalmente, me cuesta verbalizar lo del espíritu navideño tanto como materializar los conceptos pavo, langostinos y fiestón, entre una manifestación y otra (voy a casi todas como daño colateral cívico de las alegrías gubernamentales). De puertas para adentro, el asunto no va mucho mejor; todavía no me han organizado una concentración en el pasillo de casa, pero la crisis generacional está alcanzando niveles de radiación japonesa. Al final, 15 días antes del evento, todavía no tengo muy claro dónde voy a pasarlo, ni si voy a pasarlo, ni si vale la pena el esfuerzo; casi prefiero esperar a que salte un conejo de la chistera porque, digo yo, que si hay chistera (y la hay) en algún lugar debe estar el conejo. Espero que lo enseñen a tiempo para que podamos comérnoslo.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Multivitaminas

El sábado estuve en una fiesta de cumpleaños. Como , por prudencia, hace lustros que no celebro me lo tomé como un viaje exótico. Y tenía razón. Yo me bajé del festejo cuando aún se solventaba con unas mediasnoches, unos pastelitos (la tarta es demasiado monotemática para servidora), dos cubatas y una copa de champán. A la vuelta, me he encontrado con bandejitas pentagonales negras cuajadas de orejones, pasas, tres tipos de queso, espárragos, fruto de la pasión y dátiles. Palillos japoneses para ir picoteando literalmente las bandejitas (algún invitado conseguía pinchar los espárragos longitudinalmente y mojarlos en mayonesa sin perderlos) y toda clase de néctares, incluido un multivitaminas de litro y medio. Poco alcohol y dulces de turismo rural, pero quizá por eso, o por el delicado minimalismo de todo el evento, lo pasé muy bien.

Pudieron ser los asistentes, que cubrían un amplio espectro, (desde el joven emprendedor/empresario hasta el estudiante primerizo, pasando por una currela de verdad, de las que conforman la sal de la tierra laboral española) y todos en estado puro, sin malear. El joven empresario nunca ha defraudado a Hacienda, el estudiante aún tiene una fe inquebrantable en su futuro profesional, y la curranta todavía ejerce lejos de la sombra del ERE. Mi amigo, el de el cumpleaños, había levantado una especie de tatami esponjoso en el centro de su salón, con varios almohadones a modo de reposa-riñones, y hasta una especie de photocall para inmortalizar el sarao.

Por si fuera poco, viví una experiencia religiosa en el metro de Madrid (estación de Callao, línea 5 dirección Casa de Campo) a las siete de la tarde: con el andén cuajado de usuarios, una neblina blanca y caliente nos inunda desde el túnel, el pestazo a goma quemada nos pica la garganta y el oxígeno empieza a condensarse en ceniza... Nadie mueve una patita. Yo alucino. Si una humareda así inundara el metro de Londres, por poner un ejemplo, estoy segura de que la estampida dejaría en pañales lo de Madrid Arena. Sin embargo allí estábamos todos, impertérritos, esperando nuestro tren sin una sola queja. Allí había dos conclusiones obvias:
  1. Con la que está cayendo, el español medio prefiere morirse de golpe a seguir recortándose la vida.
  2. El español medio está dispuesto a dejarse la vida si existen posibilidades de que la familia cobre indemnización civil subsidiaria.

Está claro que somos un pueblo de mártires, héroes, y espabilaos.

martes, 11 de diciembre de 2012

Tipificados

Foto: Partido Popular de Navarra
Contra todo pronóstico, por cortesía de un diputado del PP navarro, acabamos de cruzar la última frontera de la mera corrupción para entrar de lleno en el universo, mucho más denso y descarnado, de lo criminal. Además, con un preocupante tufillo a miseria.

Ya no está el patio para aquellos grandes pelotazos de la codicia contra la ética más elemental, ni para hacer incursiones en plan butronero por la cloacas financieras. Ya no queda un euro para robar, y la banda mejor organizada de España ha dejado a sus miembros en una deriva individual que, como siga así, terminará por llevarlos a todos al huerto del vecino a robar peras. Es una pena que, a estas alturas, ya no resulte efectivo el perdigonazo de sal, porque si lo de Dívar era cutre, y lo de Díaz Ferrán escandaloso, esto del chantaje a palo seco deja a sus señorías a los pies de las maras.

Siguiendo el catálogo del Código Penal, ya solo les falta por tocar los palillos del secuestro express y la trata de blancas:
  1. Atraco a mano armada: superado y con nota, por preferencia.
  2. Fraude y estafa: superado, por ERE masivo.
  3. Robo sin daño a las cosas (también hurto): superado, aquí los bancos dañan a las personas
  4. Falsificación: en documento público superado con matrícula gracias a Noos. En documento privado que le pregunten a Gago, seguro que también es de matrícula.
  5. Cohecho: es la pista por la que circulan prácticamente todos.
  6. Prevaricación: se les rompió de tanto usarla.
  7. Blanqueo de capitales: últimamente, un hábitat natural.
  8. Proxenetismo: prefiero no pensar en ello, porque hay putas de muchos tipos y por no ofender.
  9. Pederastia: se ha derramado desde tan arriba, e impregna a tanta gente, que raro sería no encontrar alguno.
  10. Narcotráfico: mejor obviarlo, porque hay suficiente pasta en juego como para desasosegar a una generación entera de anacoretas, y vaya usted a saber.
Lo malo no es que se hayan constituido en banda, lo malo es que están resbalando dolosa, culposa y rápidamente, hacia la cuadrilla facinerosa.

lunes, 10 de diciembre de 2012

La pulga maldita

Me hallaba el viernes de puente espiritual, como todo vecino sin posibles, cuando, camuflada apenas en el centro del periódico, una notita como una pulga me ha saltado al cuerpo, recorriendo y devorando espacios subconscientes. Resulta que unos caballeros del tercio de espadas se han dedicado a, y cito textualmente, “Inocular y fomentar en el interior de las Fuerzas Armadas un nocivo estado de opinión”. Lo primero que se me viene a la cabeza es el significado de “nocivo” (en sentido estricto el asunto puede ir desde una corruptela administrativa, hasta una conspiración ética de desobediencia), y me imagino a los furrieles negando el saludo militar a otro ministro civil, y a Morenés quitándoles una o dos pagas. Pero no, los abajo firmantes son:
  • Un General
  • Ocho Coroneles
  • Cuatro Tenientes Coroneles
  • Cinco Comandantes
  • Y un Teniente General desde una Reserva obviamente activa.
  • Con intervención estelar de una tal Mª José Cuevas que hace de Secretaria General del Grupo Parlamentario Popular de Cataluña (por lo menos dos líneas de mayúsculas en las tarjetas de visita).
Todos, al alimón, han entonado la habanera del artículo 2 de la Constitución, seguida de la bachata del artículo 8. Sus voces se alzaban en cúpula de graves marcando el ritmo: “unidad nacional”, mientras el falsete de Cuevas deslizaba un solo perfectamente audible: “legitimidad por la integridad”. La interpretación, digna del Festival de Torrevieja, se ha saldado con el cese del director de un periódico, cortesía del Ministro de Defensa. Pero mi zozobra no es musical sino civil: hay un montón de coroneles retirados dispuestos a arrojar su cadáver a los pies de la patria en la frontera de Catalunya, y ni el PSOE, ni el PP (de estos tampoco se esperaba mucho) contestan.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Problema respiratorio

Hace muchos años, cuando yo todavía era joven, felíz e indocumentada, existía un semanario de nombre “El Caso” que compendiaba toda la maldad visible de España. Por allí desfilaban asesinos en plan Jarabo, estafadores de alto estanding (pocos), atracadores, choricillos, mucho ejemplo de la depravación extranjera e historias morbosas como lo de “El descuartizador de Zaragoza”. Y ahí me enteré yo, de que existían razas delictivas:
  • Gitano: ladrón congénito.
  • Mechero: mezcla de gitano y payo, de genética variable.
  • Quincallero: no recuerdo muy bien cuál era la composición, pero trabajaban por la plaza de Cascorro.
Cuarenta años después, enciendo la televisión y mire hacia donde mire, todos los informativos parecen “El Caso”, solo que en diario. Media hora a base de quinquis. Que si Díaz Ferrán, que si Gao Pin, que si las preferentes, un par de crímenes, dos desmantelamientos de banda organizada, suma y sigue. Sigue habiendo razas especializadas, pero han evolucionado y ahora se llaman latin kings, mafia rusa, o cártel. Gracias a este detalle en la información delictiva, y a la abundancia de casos, han salido a la luz especies autóctonas, celosamente protegidas, como el testaferro y el liquidador de empresas. Especies predadoras que vivían camufladas entre los ovinos decentes, como avezados lagartos, y son expertas en bolsas sospechosas, paseos exóticos y trato de privilegio. Menos mal que la población anda demasiado ocupada en las protestas para darse cuenta, deben pensar en el Gabinete, porque nunca tan poca carne había estado a merced de tanto buitre. El pestazo ha llegado incluso hasta las aristocráticas narices del fiscal general del estado, cuya pituitaria sufre taponamiento crónico, y, sí, se ha quejado. No ha podido soportar el tándem Bustos-Soriano de Sabadell.

El resto sobrevivimos con mascarilla quirúrgica.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Patada simultánea y colectiva

Foto: Presidencia del Gobierno de Canarias
Como llevo ya muchos años de paro, se me ha agriado la confianza en el prójimo y tiendo a buscar razones golfas cada vez que un político hace algo. Igual que tiendo a pensar en fines espúreos cuando una medida políticamente correcta tiene éxito, o una comisión de investigación consigue resultados. Así, lo de Díaz Ferrán, con ser de justicia penal (lo de la justicia poética probablemente se lo administren en el “tigre” de Soto del Real), no me acaba de satisfacer. Sospecho que al amo de Marsans lo han disfrazado de guinda para culminar el pastel de la amnistía fiscal que les ha salido escasito de azúcar. Aviso para navegantes de yate y CEOE: “cuidadín, cuidadín, que sabemos quienes sois y donde vivís”. Telemadrid, incluso, le puso capilla ardiente, con foto, hasta el amanecer.

Pero algo me dice que ya es tarde para gestos cuando han salido a protestar hasta los discapacitados. Pregunto: ¿Qué pasaría si todas las organizaciones, asociaciones, sindicatos y colegios profesionales, coincidieran un día a la misma hora, en el mismo sitio? Debe ser como lo de la leyenda urbana de los chinos dando una patada simultanea y colectiva. Dicen que sacarían a la tierra, planeta, de su órbita (personalmente, después de la virguería ideológica que se han tejido los chinos en los últimos 20 años, y tras degustar el chop suei Gao Pin, me creo cualquier cosa). Lo que sí parece lógico es que esa macro convocatoria llevará a Rajoy y el PP fuera de la órbita de la Moncloa.

Ya me imagino a Cifuentes, las guedejas más tirantes que nunca, aleteando enloquecida, de distrito en distrito, por las comisarías. A la Tita Espe corriendo por Génova en calcetines, a Javier Arenas encerrado a cal y canto en el sarcófago de los Rayos UVA, o a Ruiz Gallardón y Botella teniendo que compartir pensión completa administrativa. La fantasía resulta tan tentadora que estoy a punto de hacer la convocatoria yo misma, por Internet, en cuanto acabe este post.

martes, 4 de diciembre de 2012

Apocalipsis


He dedicado la tarde del sábado a una mudanza franciscana, nada de grandes camiones atascando la calle, ni furgonetas, ni siquiera una motocarro: ha sido todo a mano, bulto a bulto, en bolsas ecológicas del Carrefour, que tienen capacidad para más de quince libros, un barreño cargado de ollas, o todos los juegos de toallas de la temporada de Ikea. Lo tengo contabilizado porque, además, el transporte se realizaba a lomos de bípedos; concretamente sobre los lomos de la propietaria del menage y servidora.

Claro que la nueva casa no está en esa quinta fortknox que tanto se publicita últimamente (y que se localiza en una dimensión muy lejana); como mi amiga cumple todos los parámetros de la estadística actual -divorciada, en paro, con hijo conflictivo, perro y cursillo del INEM- su mudanza  iba de un pisito de 30 metros, en edificación antigua, 4ª planta (con entresuelo) sin ascensor, a otro pisito de 29 metros, en edificación protegida, 4ª planta sin ascensor, tres calles más arriba. Hemos hecho diez viajes. Podría hacer un esfuerzo y calcular el número exacto de veces que hemos subido cuatro pisos, mi amiga y yo. Pero soy mala en matemáticas y prefiero contabilizar la pasta que me he ahorrado en gimnasio. Mientras subíamos el Turmalet de la calle Escorial, en plena pájara, mi mente evocaba el arrebato de buen rollito que me había parecido detectar en los informativos del mediodía. ¿Será eso lo que piensa un maratoniano en el kilómetro 38? El agotamiento te desliza a un túnel blanquecino de paz espiritual. Ahí estaban el matrimonio asturiano que ha cedido un piso a una familia desahuciada, el constructor que ha cedido un montón, y el madero neoyorquino calzando a un sin techo de su propio bolsillo. ¿Y si la Gran Batalla entre el Bien y el Mal que augura el Apocalipsis -tan de moda ahora-, no va de fiambres y casquería, sino de voluntades?

La voluntad de hacer algo, lo que sea, y la voluntad de no hacer nada, de aceptar como necesaria la brutalidad humana. Fue una pájara que ni Indurain.

Terminamos a las doce, mi amiga -como parada con pundonor profesional- le dejó el pisito al propietario como los chorros del oro, y yo la dejé en el nuevo palomar, envuelta en cajas y con el apoyo solidario de su perra jadeándole en la cara. Mañana, cuando esté descansada, le daré una vuelta al asunto de la voluntad y el Apocalipsis. Con las agujetas que tendré me parece lo más apropiado.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Tejido

Foto: Carlos Muñiz Cueto

Cuanto mas miro a mi alrededor, mas me agobia la sensación de vivir en un país estampado de rayas. Unas finitas y blancas, muy rectas y verticales, propias de ejecutivo en laborable, y a las que familiarmente conocemos como “listas”. Y otras de trazo grueso, más rústicas y curvilíneas, coloristas y populares, a las que llamamos “colas”. Son de estilo vintage, es decir, heredadas y algunas se remontan al 39. La España crítica de 2012 ha recuperado “la cola del hambre” en Cáritas Diocesanas, y “la cola de Dª Manolita” A la que han sacado de Sol porque sus parroquianos son tan abundantes que el ayuntamiento teme que se pudiera montar acampada, protesta o manifestación espontanea.

La cuestión es que la lotera ha sido transferida, sí o sí, a una calle aledaña, de esas comerciales, populosas y estrechas que desaguan en la plaza y, claro, ha tenido que organizar a la clientela en fila de a uno a lo largo de la fachada. Más de dos manzanas, ocupa, con cordoncito aislante. En domingo, Dª Manolita abre a las 11:00 y la cola se empieza a dibujar como a las 9:30, estricta, rigurosa y autogestionada. Qué fiereza la de la tercera edad: un hombre llega corriendo y se coloca en el quinto puesto, justo delante de una venerable anciana a la que da explicaciones. Ha tenido que ir urgentemente a la farmacia abierta 24 horas de la Calle Mayor. Impertérrita, la señora le contesta: "Ese truco es muy viejo. A la cola como todo el mundo". El hombre retrocede hasta el final bajo la mirada hostil de todos los que guardan turno. Así las gastan nuestros mayores cuando les tocan lo suyo, y les pilla de pie.

Otra cola también muy en boga últimamente es la cola del INEM, en realidad un ensanche de la lista del paro que se le ha ido al traje mil rayas. O igual es un roto en la raya diplomática. O igual están intentando cambiar el tejido a espiguilla porque nuestro diseño ha quedado caduco o, lo que es lo mismo, excesivamente vintage.

Al llegar a casa, otra sorpresa. Yo no veo muchos muertos, pero, en ocasiones, mi memoria emite un gemido gutural, como el chirrido de un cuervo, y un fogonazo diáfano, como de relámpago, ilumina algún rincón lleno de polvo. Me ocurre ante los gestos públicos, probablemente porque son todos iguales, y los informativos del domingo traían uno calcado, calcado, a otro de hace muchos años. En aquel estaba Ramón Rubial, -con el partido puesto en pie aclamándole los años de militancia- en un homenaje clamoroso que lo depositaba directamente en el salón de su casa. En este le hacían lo mismo a Felipe y, posiblemente, por los mismos motivos. Cuando lo de Ramón había que sacar al ala izquierda para hacerle hueco a la beauty empresarial de la bodeguilla; ahora hay que sacar a los Bono, Chávez, y otras hierbas si quieren conectar con el votante, porque pintan bastos, el personal se ha radicalizado y hay una generación de socialistas jóvenes que, por lo menos, conoce la jerga.

Salvando las evidentes distancias -a Ramón le agradecían la honradez, la honestidad, el piso único y los años de exilio. A Felipe los múltiples gobiernos, los variados negocios y los infinitos puestos creados en la administración pública-, a mí todo esto me ha parecido un remake de urgencia, salvo que a Felipe, como es sevillano, lo han sacado por la puerta grande con vuelta al ruedo y música. "Licencias de guionista", seguro que está pensando Guerra.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Top Ten

Mucho han cambiado las cosas desde que Amadeo de Saboya cruzó la frontera colgando el trono y, de paso, colgándonos el sanbenito de díscolos. El fondo no ha sufrido variaciones perceptibles -las sagas familiares siguen siendo las sagas familiares, el dinero está en manos de quien corresponde, y al cielo irán los que han ido de toda la vida- sin embargo, los ciudadanos ingobernables y rebeldes del pobre Amadeo, han pegado un giro de 180º. Y todo gracias a la estricta reglamentación del Sistema de Listas. Básicamente, consiste en clasificar al personal en grupos, y luego numerarlo. Es un sistema importado de Estados Unidos, vía Forbes, aunque, aquí, le hemos incorporado un altar de sacrificios para, muy de vez en cuando, proporcionar una alegría al vulgo.

Las listas se pueden clasificar por la extensión de sus abonados -entre las más importantes, la de parados, la de la Seguridad Social, y la de estafados por las preferentes-, por el grueso social de los mismos (de un tiempo a esta parte, los “2000 de Suiza”, los políticos imputados, y ahora los miembros del Consejo de Administración de Capio), por las expectativas que levantan cuando salen de la clandestinidad (caso de los empresarios españoles amigos en las finanzas de Gao Pin), por su carácter amenazador (la RAID bancaria, actualmente enterrada bajo el papeleo de los 350.000 desahucios)… Y así hasta el infiníto. Todo el mundo está en una lista, y algunos en varias al mismo tiempo, de hecho si elaboramos un top ten forbiano del último mes, el resultado podría ser:
  1. Los 2000 de Suiza
  2. Los indemnizados/requeridos/investigados de Bankia
  3. Los de Sabadell
  4. Los del Consejo de Administración de Capio
  5. Los del Consejo de Administración de Noos
  6. Los Gurtel
  7. Los Malayos
  8. Los del móvil de Pipi Estrada
  9. Los despedidos de la UGT
  10. Los 180 jueces contra el indulto a los mossos
En cuanto a las dos macro listas (empleo y afiliación a la SS), su vida, y la nuestra, transcurre en permanente fluctuación. ¿No será que la Teoría de las Cuerdas en realidad es la Teoría de las Listas?

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Utopía

Hoy la vida me ha dado una de cal y otra de arena (y agradecida con lo que está cayendo). La cal un 9´75 en el último examen de mi niña-madre. La arena me ha saltado a los ojos, por cotilla, cuando me acercaba sigilosa a la puerta del taller para disfrutar de una de esas contadas ocasiones en que la armonía reina entre mis hijas (en el fondo sigo siendo una romántica). Más que a los ojos, la arena me ha saltado a los oídos en forma de una lluvia sonora de improperios que los jóvenes llaman “rap”. El grupo atiende por “Violadores del Verso”. Muy sinceros, porque violan el verso, sodomizan la prosa y, en general, someten al castellano a una larga sesión sadomasoquista. Si uno oye solo la melodía, al tercer compás tiene la sensación de estar girando dentro del tambor de una lavadora. Para no vomitar del mareo, caes en la trampa. Y escuchas.

Supongo que es una fase social que nos toca por decadencia, como les tocó a los británicos cargar con los Sex Pistols después de la crisis del petróleo del 73. Y entiendo que la chavalería ande dos pasos más allá de la indignación absoluta -sobre todo después del tasazo universitario- comprendo la desobediencia, las casas okupa y las actividades hacker, bastante mejor que el balconing. Pero tras escuchar perlas como:

"…Vengo del mejor grupo que parió una puta llamada España... la muerte se llevó a tres niños y no, no eran nietos del rey... ¿Te di permiso para comprar bombas con mis impuestos? No. Pues no lo llames democracia… No es un mensaje sino un insulto... trae ese ron es la canción de los alcohólicos... igual eres tú el gilipollas... trae ese ron de vuelta acá, pásate ese maca… Nada quiero, nada espero... estudié filosofía en Cambridge… tomo ácidos pero en mi almohada se oyen ruidos… me casco pajas haciendo memoria…”

No puedo menos que hacerme dos preguntas:
  1. Si estos son los licenciados en Cambridge, los de aquí ¿qué regurgitan?
  2. Con una banda sonora que parece heavy metal dadaísta, ¿dónde se coloca el final de la utopía?
Al salir por el pan, me reconcilio un poco con los pobres universitarios: un catedrático, a todas luces escasamente abrigado, una clase de estudiantes amoratados de frío y un grupo indeterminado de pingüinos, se esfuerzan por mantener encendidos los rescoldos de la cultura española. Merecen que les pasen el ron aunque solo sea para calentarse.

martes, 27 de noviembre de 2012

Condición electoral


Anoche asistí a una tertulia política - es fácil encontrarlas, basta con entrar en cualquier bar en hora punta de tapeo y a lo largo de la barra, en grupos de dos a cinco individuos, se pueden degustar opiniones sobre la situación del país de todos los sabores.- y en medio de un argumento sobre la sanidad, uno de los contertulios me acusó de demagoga. Frené en seco.

-Vale, define demagogia- reté. Se me quedó mirando con cara de belga, y hablamos del tiempo. Pero de vuelta a casa, una idea me roneaba de dentro a fuera: ¿y si todo el mundo utiliza el término como última barrera de protección argumental sin tener ni idea de su significado?

Según la Real Academia de la Lengua, demagogia es “uso político de halagos, ideologías radicales o falsas promesas para conseguir el favor del pueblo”. Y yo, remontando la memoria a mis primeras urnas, no recuerdo una sola campaña electoral en la que no haya visto a todos, absolutamente todos los partidos políticos, hacer uso de una de las tres condiciones (o directamente de las tres). Desde Jesús Gil a Artur Mas, de Aznar a Zapatero pasando por Chaves y Camps, se han cubierto con creces las expectativas de la RAE. Entonces recordé lo que me dijo una vez un hombre honrado:

-¿Cuándo vas a creer en el Sistema?- le pregunté.

-Cuando alguien pueda explicarme por qué un humilde intelectual pierde los derechos sobre su obra al cabo de 99 años, y los Duques de Alba han podido legar su patrimonio los últimos 500.- respondió.

En ese momento lo entendí, y lo sigo compartiendo. Pero algo me dice que, si soltara el argumento en Génova o en Ferráz tacharían de demagogo a mi hombre. Y, encima, peyorativamente.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Democrático

Foto: Audrey Flack
Camino de la Plaza de España,- último reducto para la algarabía que le ha dejado Botella a Manolito- he sufrido un espejismo sahariano. Ya desde la esquina de Pez con San Bernardo observé una congregación de personas, tan correctamente vestidas que parecían de boda. Me acerqué para ver a la novia y me desenfundaron un cartel de protesta en la cara. Tuve que dar una segunda ojeada para distinguir las pancartas, porque se notaba en seguida que al grupo le faltaba práctica. Y entonces caí en la cuenta: era el Foro madrileño, al completo, protestando delante del Ministerio de Justicia.

Hay una ancestral maldición gitana que dice: "Pleitos tengas y los ganes". Después de Ruiz Gallardón, los payos deberíamos acuñar: “Pleitos tengas y los pagues”. Por alguna razón esquiva, D. Alberto parece dispuesto a superar a sus correligionarios por la derecha, y mira que es difícil. Si Aznar pasará a los anales por la foto de las Azores, el bombardeo de Bagdad y el reconocimiento, - a toro pasado y población diezmada-, de que lo de las armas de destrucción masiva era más bien mentira, Gallardón pasará como el tipo que unificó quejas, criterios y opiniones de jueces y fiscales por primera vez en la historia. Allí no había ni sensibilidades, ni categorías profesionales, ni doctorados ni colegiaturas: hasta los bedeles estaban en la calle.

Pero desde donde habita el ministro debe haber poca visión espacial. Tiene a Acebes de “rondón” en el asunto Bankia, a Gao Pin a punto de salir corriendo de vuelta a Shangai, a los abogados del turno de oficio pensando seriamente en atracar bancos para la supervivencia, y a los secretarios judiciales en primera línea de playa de los recortes salariales a funcionarios. Personalmente, creo que el ex alcalde -después del padre de Luke Skywalker-, es un ejemplo de cómo pasar al lado oscuro en menos de diez años. Él, que empezó como faro progresista del partido por el asunto de las narco salas, ha logrado retroceder subrepticiamente hacia el fondo de la cueva, para salsear a gusto. Lo de cocinar se lo debió enseñar Corulla, presentar el plato le toca a Cospedal, y comérselo al resto de los españoles. Mientras, y en lo que consigue situarse al frente, ya tiene a la Unión de Colectivos Hispanos al completo. Si eso no es democrático, que baje Dios y lo vea.

viernes, 23 de noviembre de 2012

La habitación del pánico

Foto: Ted Van Pelt
En todas las casas, como un zulo, existe una habitación que no necesita fantasma para ser siniestra. Allí suelen almacenarse broncas, restos hormonales, y, lo que es peor, residuos brillantes, pepitas de oro asturiano, de algo que vagamente recordamos como felicidad. Cuartos oscuros pero sin connotación sexual, pigmentados de biografía joven y, por definición de oropel, donde no hace falta una psicofonía para escuchar a los muertos, porque los cadáveres de las meteduras de pata de uno se amontonan bajo el epígrafe “Experiencia Vital Adquirida”.

En mi casa, la habitación del pánico se localiza al fondo a la derecha, como en los bares, y es la única con pestillo porque entiendo que uno necesita de intimidad para poder envolverse libremente en la propia tristeza. Infinitamente más digno que hacerlo en público, por mucho que Tele 5 insista en lo contrario. El oro asturiano fue un invento de Álvarez Cascos, -cuando era responsable de Fomento, antes de hacerse forista y galeriano- por si rehabilitaba la economía regional. Un gesto intelectual. Un retorno a los clásicos:
  1. Se esparcen unos gramos de 24 kilates, como cenizas de plomo, en lo profundo de un río caudaloso (a ser posible afluente del Nalón, que ya nace con historia minera).
  2. Se invita a pescar salmones a un grupo de empresarios extranjeros y se les deja otear el brillo del fondo.
  3. Se espera, en el despacho oficial, a notar el tirón de caña del campanu europeo.
En mi habitación del pánico ocurre algo así. Diez minutos de autocrítica en su interior me hacen sentir al mismo tiempo como un empresario a punto de ser estafado en un entorno extraño y abiertamente hostil, y como un trabajador, con grado de jornalero, estafado de antiguo, pero en un entorno familiar, aunque igualmente hostil.

Y pienso: si yo, que soy una humilde becaria de proletariado (con varios años de práctica, eso sí), salgo de mi habitación del pánico proclamando que me llamo Toby en medio de un arrebato de angustia socio-personal, lo que debe estar sintiendo Urdangarín en este momento, en la habitación del pánico de Pedralbes, debe ser como para salir corriendo... con o sin perro.

jueves, 22 de noviembre de 2012

"Lo" Vs "La"

Foto: another.point.in.time
Creí que ya no existían, pero esta noche he asistido a una genuina velada de teatro alternativo, con su tarifa plana de copago sanitario, su mesita de camping como única concesión a la vertiente empresarial del arte, y sus actores desconocidos rebosando cosas que decir y gestos que hacer. El montaje era de segundo de crisis (estrecho de tablas, pero ancho de imaginación), donde espectadores y espectáculo compartían espacio mental, porque el físico estaba tan mezclado que parecía una maraña espinosa. Al final todos terminamos de coro, en el mismo sentido, casi como en una sesión de autoayuda. Ha sido gratificante.

Un artista alternativo brilla como una hierbecita creciendo en las junturas del adoquinado, y por mucho que se le intente calcinar siempre deja semilla. Afortunadamente, lo alternativo es un poder intocable hasta para Ruiz Gallardón -que acaba de desviar el judicial hacia las huertas mas privadas- donde caben desde actores hasta folclóricas, pasando por políticos (aunque muy pocos llegan a “pisar escaño”). Alternativo es el ciudadano que supera la huelga de basuras llevando la bolsa a donde corresponde, alternativo es el jubilado que sustituye al chino vendiendo cervezas en manifestaciones y otros saraos de protesta. Alternativo es prestarse las tarjetas del coche para que todo el mundo pueda aparcar, o socializar abono transporte de tarjeta azul... Lo alternativo es una especie de sisa que le hace la ciudadanía honrada a los poderes fácticos. Algunos votantes, plenamente institucionalizados, confunden” lo” alternativo con “la” alternativa y, encima, le adjudican apellidos: Alternativa PSOE, Alternativa PP, como si fueran señoritas de provincias afectadas de sublime decisión.

Sin embargo, el pueblo español, que arrastra quinientos años de picaresca y unos políticos mayoritariamente impresentables, en su sabiduría, ha vestido de neutro las palabras más importantes de su utopía: lo honesto, lo decente, lo honrado, lo valiente, lo legal, lo legitimo... Y así palabra por palabra, hasta el diccionario final.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

España cañí

Buscando en la tele algo que ver sin el marchamo de la legislación norteamericana, recalo en Tele 5 y allí, como la mujer de Lot, quedo convertida en estatua de sal. Sin movimiento, paralizada por el espanto y el moho: el espanto que me asalta cuando ¡vuelvo a ver a Jorge Javier Vázquez en pantalla y a las 23:30 de la noche! (¿pero este chico no tiene casa?). El moho que transpiraban todos y cada uno de los pixeles de la imagen: ahí estaban Jesús Puente, la Gemio, el entrañable lagrimeo nacional… Todo igualito, igualito a como lo recuerdo de hace veinte años. Es más, con otra iluminación y menos pinganillo, yo juraría que el plató es el mismo.

Pero lo que más me llama la atención es la versatilidad de la audiencia de Tele 5, - intuyo la misma a las cinco que a las once-, capaz de pasar del despelleje y la humillación públicas (al más puro estilo Imperium) a la solidaridad y la piedad (al mas puro estilo jesuita), sin cambiar de guía espiritual. Porque no quiero pensar en la premeditación de programar dramas para aliviar crisis, - que eso está muy feo-, pero delante de mis narices (y supongo que del resto del share) le han dado boleto sentimental a un pobre suplicante, han contado la historia real de una chica que hace cuarenta años se llamaba Lucecita, y se han montado un reencuentro que ríete de la llegada del Semiramis.

Cuando, casi una hora después conseguí despegarme del canal, dos sentencias se habían grabado en mi alma de piedra con cincel y escoplo:
  • Si la España social está asi de borde ante las cámaras (una señora mandaba a regar a la hipotética hija de su hijo ya muerto), excuso imaginarme como deben estar de puertas para dentro.
  • Jorge Javier Vázquez no es un señor de carne y hueso, sino una marca holográfica que no tienen que guardar en el armario.

martes, 20 de noviembre de 2012

Banderas

Foto: anitalorite
He vuelto a leer la entrada de ayer, y me doy cuenta de que trasciende cierta renuencia a llamar "nieta" a mi nieta. Preocupante. La de abuelo/a es una titulación, como muchas, más bien honorifica; pero si una lo analiza convenientemente se llega a dos conclusiones tan obvias como gratificantes:
  1. El abuelo/a goza -después de la frustrante experiencia con los hijos-, del privilegio de enseñar sin, y eso es lo importante, la obligación de educar. El marrón cae en otras manos facilitando una relación cómplice con el nieto, y un tránsito suave a la tercera edad que, bien mirada, no es más que otra regresión a la infancia.
     
  2. A nada que el abuelo/a sea un poco vengativo puede coger platea para disfrutar del combate hijo/a - nieto/a en el ring de la adolescencia. Si le ha salido bien la etapa anterior, ambas partes lo reclamaran como juez imparcial.
Hoy por hoy, las actividades extra curriculares de las autoridades locales nos han homogeneizado a todos los abuelos en la categoría de yayos flauta. Una fuerza de vanguardia democrática porque nos han bajado el poder adquisitivo de las pensiones, nos han hecho tragar la píldora del copago sin terrón de azúcar, han suprimido los viajes de oro a Canarias, y, encima, nos han vuelto a recolocar a los niños en casa para su cuidado y manutención. Con semejantes argumentos ya no hay nada que perder, y es muy fácil echarse al monte de la insumisión. Y, como beneficio añadido, resulta mucho mas complicado aporrear una cabeza canosa, que una de pelo pincho y palestino.

En un día en que los poderes públicos han descubierto la crisis de natalidad, el envejecimiento de la pirámide poblacional y el aumento de la longevidad media, he dejado de contemplar a mi nieta como a un tesoro: ahora es mi bandera.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Generaciones venideras

Foto: ting2ever
Corrían las dos de la tarde y la comida gorjeaba alegremente en las ollas, cuando escuché a mi niña-madre hablar con su hija. “Tienes demasiados peluches - le decía - antes de que vengan los Reyes Magos vamos a guardar unos cuantos para mandárselos a los niños que no tienen nada”.

Oí un silencio sepulcral. "No", contestó escueta. Y, entonces, su madre se lanzó por una descripción de las carencias de la infancia (sacada de Intermón) que hubiera hecho llorar a Dickens. “Los niños pobres no tienen camita, ni comida, ni juguetes, ni zapatos...”. Esta vez, la vocecita no esperó al silencio e, interrumpiendo, preguntó: “¿Y tienen pies?”. Desde la cocina estuve a punto de contestar: “Si, cariño, los necesitan de mayores para trabajar”. Pero, por no tener líos con el Defensor del Menor, prohibí a las palabras atravesar mi frente. Eso sí, viendo como mi niña-madre se afana en inculcar principios éticos de solidaridad básica a su retoño, - contra la corriente ambiental que la inercia política se ha asegurado para los próximos veinte años-, y la carita de escepticismo del retoño, no he podido menos que confirmar un principio de fe tan básico para la Iglesia como la infalibilidad papal: la certeza de que el Señor es inmisericordemente justo.

Va aviada, mi hija. Es como si la crisis se hubiera saltado una generación, la de los afectados por la aluminosis pedagógica del Ministerio de Educación de los últimos cinco lustros, y la Naturaleza hubiera adaptado mentalmente a la siguiente para no caer en la misma confianza social. Me temo que la generación de la hija de mi hija no se cree nada de nada por defecto. Y va a resultar difícil venderles mitología doméstica. Pensándolo bien, y con la Navidad como referencia inevitable,  no parece que los Reyes tengan mucho futuro en sus manos, o, lo que es más prometedor, en sus mentes.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Mutaciones

Será porque tengo un contrato de cable, pero ponga lo que ponga siempre me sale en la tele una de esas series americanas “de equipo del FBI” en ético combate contra algo (hay una , 'Sin rastro', que indefectiblemente me retrotrae a Marta del Castillo). Sufro la horrible impresión de que, por cortesía de Jerry Bruckeheimer, he desarrollado una capacidad inconsciente para hacer perfiles psicológicos del personal en cuanto me dan la mano. Y me preocupa el tinte sesgado que esta nueva mutación social pueda traer a mi vida, ya bastante sesgada de por sí. Como en los magistrados de “sensibilidad progresista” o los de “sensibilidad conservadora”, una vida sesgada implica la incapacidad de contemplar el entorno objetivamente. Me parece siniestro, pero a mi sensibilidad le ha crecido un anexo que, automáticamente, rotula al indivíduo.

Por ejemplo: compro pan en el chino de la esquina, y ante la dependienta, mi mente registra “sumisa de cooperación necesaria”. Luego, en el kiosco, reviso la impecable hilera de publicaciones perfectamente expuesta, y , mientras pago, pienso “obsesivo compulsivo”. Y así hasta llegar a casa donde, nada más ver a mi vecinos, me vienen a la imaginación secuencias enteras de “El Padrino”.

El mal resulta un peligro primero por lo contagioso, y segundo porque, tarde o temprano, una le hace un perfil a quien no debe. Me he dado cuenta esta mañana cuando, al salir de una bronca con el Ayuntamiento en Alcalá 45 donde discutir con los funcionarios es como darle puñetazos de razón a una masa gelatinosa de silencio administrativo (estoy segura de que circula una orden de Cibeles que prohíbe devolver un duro al contribuyente presente la factura que presente) , he visto mi imagen reflejada en el escaparate de un Starbucks. Esos ojos desencajados, ese rictus de impotencia, esos pelos iracundos azotando el rostro… No me cupo duda, el perfil ha salido varias veces en la tele y a la enfermedad le han puesto nombre, como no, los americanos: soy una conspiranóica de última generación.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Cabezas pensantes

A veces, mi cabeza se va de marcha por dimensiones espirituales que deben localizarse entre el manta tibetano y el reggeaton de aldea. Hace un par de días la cacé buscando motivaciones, como si fueran setas, para rechazar una estrategia impecable, algo elegante y diplomático:
  • Firmar una entente cordiale con mis hijas hasta que acabe la crisis (por lo menos cinco años de tranquilidad doméstica no me los quita nadie).
  • Acordar un Pacto de Cooperación y Desarrollo con el realquilado de la habitación del fondo del pasillo, hasta que hayamos hecho cuentas. 
Mi cabeza, que peina ya muchas canas, había encontrado dos setas, a saber:
  1. Las hijas, gracias a los esfuerzos de la LOGSE y sus diversos ministros, no tienen ni idea de lo que es una entente, y mucho menos cordiale.
  2. El realquilado de la habitación del fondo del pasillo entiende más de guerra fría a lo soviético, que de acuerdo político. 
Naturalmente, tenía razón la muy. Una cabeza llega a rincones insospechados en el desván de la memoria, y puede permitirse pasar el plumero o soplar sobre el polvo de sentimientos que se acumula con la convivencia.
La mía, mi cabeza, ha desarrollado una forma de viaje astral que le permite situarse fuera del circo cotidiano como espectadora. Así, claro, cualquiera puede pensar. Solo hay que invertir los términos de la ecuación moral:

Siento, luego objetivo la realidad. Objetivo la realidad y luego, si eso, ya sentiré en consecuencia. 

Tanto publicitarlo por ahí, y al final resulta que el orden de los factores SÍ altera el producto. Alguien, en filosofía o matemáticas ha metido la pata, y así nos va.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Peregrinos de la razón pura


Otra vez de peregrinación a San Jerónimo, y no es tontería: hombres y mujeres henchidos de fe se esfuerzan por llegar a un santuario inaccesible para contemplar, de cerca, una aparición Mariana. Se podría aplicar a todos los rincones bendecidos por la Iglesia desde Fátima hasta Lourdes, pasando por el Prado de El Escorial.

Un camino que, según la Doctrina, habría de ser de recogimiento y meditación, pero, sospecho, resultará de explosiva locuacidad porque, los peregrinos vendrán meditados de casa. Y estará ordenadamente iluminado por los adornos navideños del ayuntamiento, que llevan colgados desde primero de mes. Nada más efectivo para señalar el sendero de la luz, desde mi casa, que esos raquíticos cubos de iluminación cutre, suspendidos por un vértice y jalonando de orden toda la Corredera Baja.

Desde las 00:00 del miércoles los aires de huelga han cristalizado en esquirlas endurecidas de razón, y los canales públicos levantan testimonio:
  • Abundancia de reportajes en TVE, que hay archivo de sobra.
  • Carátula de parálisis total en Telemadrid.

En mi casa, por el balcón, entraba a raudales la banda sonora: helicópteros como mosquitos de verano y un griterío rabioso subiendo desde Callao: “¡Que no nos representan! ¡Que no!”.

martes, 13 de noviembre de 2012

Tensión sexual no resuelta

Foto: Hannibal Poenaru
Desde el balcón de la que aún es mi casa, contemplo embelesada la bronca entre dos gatas conocidas del vecindario. La una gorda y lustrosa, con el pelaje de visón y el Whiskas De Luxe (con trozos de salmón auténtico) transpirando por todos los poros de su felina piel, ha nacido y vivido las siete vidas en la finca del otro lado de la calzada. Hay que reconocer que la finca del otro lado de la calzada también rebosa, como la gata, rancio abolengo en cada una de sus instalaciones.

La otra, un poco más menuda, llegó con el último portero de la finca y se quedó cómodamente instalada cuando el hombre se retiró. Su pelo también es bonito, como de nutria, impermeable, y conserva ciertos tonos de dehesa que se trajo del pueblo. Yo, al principio, pensaba que la movida venía de un asunto de nido, esto es: la de capital, como buena cosmopolita, le había cedido un almohadón a la advenediza llevada por su reconocido paternalismo. Y la de campo, con esa astuta retranca que caracteriza a nuestros bichos autóctonos, había conseguido colocar su almohadón junto al fuego y mandar a la mentora a los aledaños de la nevera. Ninguno de los vecinos sabemos cómo lo ha hecho, pero lo cierto es que la gatita del portero se pasea, ahora, por el porche del palacete como si fuera la gata mimada del amo. La aparición repentina de Don Gato y sus amigos, que ya no son aquellos maravillosos personajes de la infancia, defendiendo con garras como palabras y mordiscos como labios, el almohadón de la rubia, me ha hecho pensar en el sexo.

¿Y si, en realidad, se tratara de un intento por acaparar la atención del macho dominante?

En Madrid tenemos las ratas mejor alimentadas de España, y por eso estamos acostumbrados a los gatos y sus movidas. Pero estoy segura de que tanto los vecinos, como los machos en celo de la finca del otro lado de la calzada, están deseando que estas dos gatas caigan a un charco y empiece la lucha de barrizal.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Ex cuarentona agradecida

Gracias a mi niña-madre, que es casi de bachillerato moderno, escuela retórica Belén Esteban, y costume poligonera, hoy he escuchado una canción de reseña. Corría alegremente Radio Olé cuando, de pronto, una rumba ha rebasado el nivel de palmeo con que habitualmente se reconocen estos festejos, para adentrarse en el mucho más sofisticado universo de las letras que uno se para a escuchar.

Casi dos minutos jaleando a las cuarentonas desilusionadas para que se vayan de marcha. Nada que ver con las típicas canciones de lo que yo llamo pop de plañidera (empezando en la abnegada 'Secretaria' de Mocedades y terminando en la justificativa 'Señora' de Rocío Jurado). Allí se reivindicaba el michelín, la experiencia, las canas… un compendio de las realidades que la acompañan a una desde los 45 en adelante. Al principio me desorientó un poco que empezara diciendo "señora de las cuatro…”, porque mi educación nacional católica inmediatamente lo asoció al término puta. Pero escuchando mejor se podía apreciar que decía “señora de las cuatro décadas” como en los vinilos de La Voz de su Amo, a 33 revoluciones. Y las tres estrofas culminaban en un estribillo que parecía recién sacado de la última campaña de la Dieta de la Alcachofa: 

“Señora, no quite años a su vidaaaa, 
Póngale vida a los añooooos, 
Que es mejor” 

Yo ya sospechaba que Radio Olé se creo para hacer más llevadera la explotación laboral española, desde que mi niña-madre -recién obtenido el título de FP en peluquería- me dijo que ella necesitaba de sevillanas para el corte de flequillos y de seguidillas para las mechas. O, a lo mejor, será que la cancioncilla me ha aliviado el dolor espiritual de cervicales, pero lo cierto es que he salido a comprar el pan mas contenta y tarareando bajo la lluvia.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Encuestas

Foto: clspeace

He tenido una experiencia aterradora. Emboscada bajo la sucia lluvia de Madrid, entre una creperie de casita de muñecas y un mini restaurante de ecología rápida, me he encontrado con alguien que hubiera podido ser yo, y aún puedo. Llevaba unos cincuenta chorreando desesperación, y una tablet de esas que se pierden constantemente en el Congreso. Me asaltó con la mirada de poco sueldo (que diría Mafalda) a pesar de que no reunía, ni remotamente, los parámetros del perfil: buscaba hombres, vecinos del barrio, de edad comprendida entre los 25 y los 65, y con quince minutos tontos que regalar… ¡a una compañía de bebidas alcohólicas!

Pegada a un carrito de la compra lleno de souvenirs de la empresa y sin paraguas, mi afanosa encuestadora se batía el cobre de su contrato de ETT, haciendo el trabajo de marketing de la multinacional. No sé cuánto pagarán por encuesta realizada, o si las pagan con fijo mas comisión, o al peso (que para la patronal todo es posible en tiempo de crisis), pero la imagen del lápiz informático corriendo como una exhalación de pantalla en pantalla mientras ella sola se contestaba las preguntas (para ahorrar tiempo y dificultades al cliente), con los zapatos mojados y un deje de angustia vital en la sonrisa forzada, me acompañará durante mucho tiempo. Seguro que, además, la pobre habrá tenido que oír eso de “por lo menos tienes trabajo”. Y otro suicidio de desahucio pone la guinda a un perfil de mujer al que deberían encuestar sino las multinacionales, si el CSIC. La hembra, española,mayor de 50, sin posibilidades laborales, con familia, parado en el salón y vivienda en el alero.

Espeluznante. Podría haber sido servidora. 

jueves, 8 de noviembre de 2012

El largo proceso de la adaptación

Foto: Mer
Hay expresiones que, automáticamente, erizan al mismo tiempo todos los extremos vellosos de mi instinto de supervivencia y la capa subcutánea de esceptisimo con que los españoles hemos sido bendecidos tras quinientos años de picaresca. Por ejemplo, cuando oigo “dentro de la más estricta legalidad” se me planta en el subconsciente la imagen de un tipo con toga que recita: "Excusátio non petita, acusatio manifiesta". Y ya no me creo nada.

Si alguien hace referencia al “amor de la vida de …” en el trasfondo de mi memoria se abre un libro, grueso y apretado como una guía de teléfonos de Madrid Capital, plagado de las parejas eternas que he conocido en 25 años. A la realidad me devuelven, con una colleja moral, las imágenes de las dos únicas que perviven. Y de las dos, una por razones fiscales. Total, que tampoco me creo nada. Me da pena haberme vuelto tan escéptica que, a veces, hasta roce el cinismo. Pero entonces pongo Tele 5, a alguna hora de la tarde, y esas voces, agudas como un cornetín de retreta, devuelven un poco de paz a mi espíritu: No soy una cínica, ni siquiera una escéptica. Solo soy una mujer adaptada a su tiempo… o en vías de adaptación.

Es como seguir las noticias según canales. En Telespe, se me ocurre, construyeron tantas rotondas alrededor de Romney para llegar a Obama, que aquello parecía la zona Norte de Madrid. En TVE, hacían especial hincapié en la felicitación del presidente del Gobierno. En la Sexta entonaban, emocionados, las virtudes del programa de asistencia pública que va a tener tiempo de llevar a cabo (Obama, no el presidente del Gobierno). En Antena 3 siguen impresionados por Sandy. Y en Tele 5 lo de Obama les parece secundario, frente a las lágrimas de la Pantoja.

La adaptación no me ha vuelto más pesimista. Ahora soy una optimista con datos.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Categorías

Foto:
Las calles estrechas lo que tienen, además de abrigar pensamientos, es una capacidad de éco digna de un foro romano. Así me llegó una conversación anónima que decía: “…pero él conoce la noche...”. Y mi mente, especialmente sensible a la oscuridad gracias a la campaña de ahorro eléctrico que está llevando a cabo Botella en las farolas del barrio, buscó el significado más sórdido de la frase. Si yo fuera un parado de sociología con doctorado, realizaría un estudio de campo que empezaría: “A partir de las diez de la noche, se despliega por Madrid un solo concepto de ecosistema nocturno, con tres ramificaciones de índole socio económica:

a) Profesional. Subdividida, a su vez, en:
  1. Actividad diáfana: Cotiza en la Seguridad Social
  2. Actividad semi penumbra: Cotiza en el Régimen Mercantil.
  3. Actividad Penumbra: No cotiza.
  4. Actividad Oscuridad Total: Ni siquiera existe para el registro.
b) Amateur. También subdividida en:
  1. Habituales.
  2. Esporádicos con conocimiento.
  3. Esporádicos debutantes (aunque esta condición suele durar un suspiro).
c) Inconsciente. Esta última categoría ha proliferado mucho en los últimos tiempos, consiguiendo que las mafias hagan su Agosto 365 días al año.

Pero como servidora no es licenciada en Sociología solo puede tirar de memoria, y recuerda haber vagado por el ecosistema en los primeros tiempos de la menopausia. Solía salir los jueves (tradicionalmente el “día de las chachas” porque las señoras y los cuarteles dejaban esa tarde para que soldadesca y doncellas pudieran pasear el Retiro), con un grupo de mujeres a realizar la Ruta del Geriátrico que empezaba en el Navy, recalaba en la Boite del Pintor y culminaba en el Verdi (a veces llegábamos hasta el Gayarre). Afortunadamente no me duró mucho: lo justo hasta que se encendieron las luces y descubrí que ni siquiera era un Centro Comercial del Sexo, con mayúsculas, sino apenas un mercadillo. Y eso que yo no me moví un ápice de la categoría b) punto 2.

martes, 6 de noviembre de 2012

Cuestión de memoria

Foto: Shorizo izo
Manolito ha vuelto a darme un ejemplo de memoria histórica que ya quisiera para mis congéneres de la especie humana. Nosotros, siendo españoles, podríamos clasificarnos como personas de clase blanca, subcategoría europea, sección mediterránea, rama económica recesiva, área avícola porque, además, gozamos de una memoria-colibrí que nos capacita para la supervivencia. Lo de Madrid Arena adolecía los mismos fallos de seguridad  - favoritismo político, subcontrata fraudulenta, escasez de titulación oficial de seguratas - que se repiten en la noche madrileña todos los días y estallan de vez en cuando sobre las cabezas mas insospechadas. Con menos apellido biológico, Manolito se acuerda de levantar la pata junto al portal de un sujeto que le agredió siendo cachorro, cada vez que sale a la calle.

De la misma manera, he venido en observar que, de madrugada, cuando salimos el y yo a solas, literalmente, se reserva la vejiga para ir goteando todas las terrazas colindantes, por riguroso orden de apertura. En las dos mas grandes - Plaza de S. Ildefonso - también deposita su opinión más escatológica. Creo que lo hace en tono reivindicativo, como protesta por la pérdida de espacios públicos, y últimamente me he sorprendido a mí misma contando mesas. Es imposible enumerarlas, avanzan dos centímetros al día por pareja de patas, como las legiones romanas. Y se camuflan detrás de frondosos arbustos erguidos, en jardineras de piedra, por hordas de camareros. Siempre antes de las 11, para la primera tapita.

Manolo, que debido a la escasez de árboles se ve obligado a hacer equilibrios en los maceteros redondos de la Plaza de Cambroneros, odia el cemento y añora el verde de su infancia, aquellos agujeros abiertos en la acera, rellenos de arena suculentamente apestosa, con un tronco en el centro. Culpa directamente a las terrazas, y no le diría yo que no, pero, según el Ayuntamiento, también están los botellones del viernes, la necesidad de bancos para los ancianos del sábado (si hay sombra, pasean, y si pasean quieren sentarse), el gasto en bolsitas públicas para excrementos (habría overbooking canino) justo cuando empieza a florecer un lucrativo sector privado de venta de las mismas bolsitas en supermercados y grandes superficies... En fin, un cúmulo de imponderables que Manolito no termina de digerir. Él es un perro machadiano, de esos que uno espera encontrarse en una tarde de otoño y por un camino de Soria. Marrón, de patita corta, pelo ralo y rabo acaracolado sobre el lomo; con las orejas volanderas y expresivas, el belfo abullonado hacia afuera, y los ojos saltones. Ni su madre, en un día optimista, podría decir que es guapo, pero habla alto y claro. Y tiene memoria.

lunes, 5 de noviembre de 2012

El casi amante

Foto: sara | b.

Tengo una amiga que, hace dos días, estuvo a punto de echarse amante. Como es casi íntima, me ha contado los hechos con una minuciosidad de detalle propia de las crónicas con patrocinio Tele 5. Al parecer ella se arrepintió en el último momento porque, en el fondo, ya no tiene edad de ir en busca de acciones, y lo que de verdad quiere son palabras, a ser posible, susurradas al oído. Como ella misma me explicó: “Chica, el sexo por el sexo, ya lo tengo en casa. Los sábados. Como todo el mundo. Y si lo quiero bueno, me compro una de esas 'hágalo usted mismo', que hay un sex shop en el portal de al lado.”

Bien, hasta ahí comprensible, pero entonces añadió: “Yo lo que quiero es que me engatusen con frases bonitas, como cuando era joven... aunque sean mentira”.  Eso me descolocó. Al fin y al cabo debería estar acostumbrada porque, a su edad, ya se ha comido varias legislaturas con campaña electoral previa. Sin embargo, meditado en profundidad, observo que somos muchas, casi todas, las que andamos hambrientas de rubores. Añoramos el virginal enrojecimiento de sabernos anheladas por el alma de un hombre, y glorificadas por su inocencia, como cuando, por primera vez, un adolescente nos dijo “¿Quieres salir conmigo?”, en un guateque y con banda sonora de Gianni Bella. Eran otros tiempos.

Hoy en día los jóvenes se saltan la mayor parte del procedimiento, y, si vamos a eso, hasta del crecimiento. Y van directos a la cosa nostra. Se lo comenté. “¿Un chavalín?”, me preguntó horrorizada. No quiere saber nada. ¿Qué iba a hacer con las otras 23 horas y media que tiene el día?. La respuesta cae por su peso: lo mismo que con el marido. De todas formas, la tranquilicé, no es muy probable que un graduado, de bachillerato moderno, fuera capaz de pergreñar dos oraciones correctas con aire a Becker. Y ella me tranquilizó a mí: el sujeto tiene más de cincuenta, o está muy perjudicado. El aspirante es de nuestra quinta: pelo ralo, mejillas de pachón y conocimientos de literatura suficientes como para intentar un soneto. Buena persona con mala suerte. Como todos. Solo eso les evitó a ambos una situación incómoda dentro de seis meses -como dijo ella, no renta-. Eso y, espero, el sentido del honor de mi amiga.