viernes, 16 de noviembre de 2012

Mutaciones

Será porque tengo un contrato de cable, pero ponga lo que ponga siempre me sale en la tele una de esas series americanas “de equipo del FBI” en ético combate contra algo (hay una , 'Sin rastro', que indefectiblemente me retrotrae a Marta del Castillo). Sufro la horrible impresión de que, por cortesía de Jerry Bruckeheimer, he desarrollado una capacidad inconsciente para hacer perfiles psicológicos del personal en cuanto me dan la mano. Y me preocupa el tinte sesgado que esta nueva mutación social pueda traer a mi vida, ya bastante sesgada de por sí. Como en los magistrados de “sensibilidad progresista” o los de “sensibilidad conservadora”, una vida sesgada implica la incapacidad de contemplar el entorno objetivamente. Me parece siniestro, pero a mi sensibilidad le ha crecido un anexo que, automáticamente, rotula al indivíduo.

Por ejemplo: compro pan en el chino de la esquina, y ante la dependienta, mi mente registra “sumisa de cooperación necesaria”. Luego, en el kiosco, reviso la impecable hilera de publicaciones perfectamente expuesta, y , mientras pago, pienso “obsesivo compulsivo”. Y así hasta llegar a casa donde, nada más ver a mi vecinos, me vienen a la imaginación secuencias enteras de “El Padrino”.

El mal resulta un peligro primero por lo contagioso, y segundo porque, tarde o temprano, una le hace un perfil a quien no debe. Me he dado cuenta esta mañana cuando, al salir de una bronca con el Ayuntamiento en Alcalá 45 donde discutir con los funcionarios es como darle puñetazos de razón a una masa gelatinosa de silencio administrativo (estoy segura de que circula una orden de Cibeles que prohíbe devolver un duro al contribuyente presente la factura que presente) , he visto mi imagen reflejada en el escaparate de un Starbucks. Esos ojos desencajados, ese rictus de impotencia, esos pelos iracundos azotando el rostro… No me cupo duda, el perfil ha salido varias veces en la tele y a la enfermedad le han puesto nombre, como no, los americanos: soy una conspiranóica de última generación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario