lunes, 31 de diciembre de 2012

España Art Decó

Foto: Peter Krasznai

He estado en el Mercado de San Miguel. Fui el día de Navidad, era de tarde, y me empujaba ese deje tradicionalista que, todos los años, ejerce de sujeto implícito durante las fiestas. No es un impulso nostálgico, ni una exquisitez del alma al aroma solidario, ni siquiera es una reminiscencia de paraíso perdido, simplemente nos dejamos llevar por el instinto gregario y podemos aparecer en cualquier sitio. Lo mismo da una avenida encenagada de luces que un hipermercado con escaparates de diseño, o una plaza cuajada de tenderetes decorados a lo Hansel y Gretel. Aterricé, por casualidad, en La Latina, y ahí estaba, cristal y negro con hechuras art decó. Dentro también todo relucía art decó: las cien vinotecas talladas en maderas nobles y hierro, los mil alemanes celebrando la cosecha riojana a precio de champán francés, y los dos mil españoles/as, con niño y carrito, que aprovechaban el calorcito para montar tertulia - consumición aparte - en las galerías. Hasta el mostrador oficial, con morena de clavel en la oreja y venta de castañuelas homologadas, dejaba entrever el futuro art decó que nos espera: con la inestimable aportación de Eurovegas, y un buen recauchutado de monumentos, volveremos a ser el spa de los países industrializados europeos, como en 1925.

Por si me quedaban dudas, de vuelta casa, encuentro en la red de mi barco Toshiba un pequeño bocarte que está remontando internet. El pescadito nace en la BBC y, dicen, le ha provocado urticaria a Rita Barberá, y una crisis de ansiedad al resto del PP. Postales turísticas del despilfarro en la Comunidad de Valencia; normal que les preocupe con la cantidad de naturales del imperio que hay sueltos por la costa.
La Navidad es lo que tiene, una cuasi lágrima por lo que pudo haber sido, lo que es y lo que, sin duda, será. Menos mal que dentro de nada empieza la cuesta de enero.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Palabros

Nunca deja de sorprenderme la creatividad semi creacionista con que nuestra casta política inventa palabras eufemísticas, las aplican a conceptos ya existentes y luego lo llaman recurso de oratoria. 

Ellos convirtieron el fraude bancario en “desajuste”, el fiscal en “exención tributaria específica”, y las riñas tumultuarias previas a los Congresos de partido, en “corrientes de opinión”. Ahora se han sacado de la manga un nuevo palabro: externalización, que viene a ser la privatización de toda la vida, pero con pajarita y traje de Armani.

Me gustaría saber qué pasaría si los ciudadanos decidiéramos externalizar la gestión de nuestra soberanía, -la otra cara de la moneda de nuestros derechos-, y cedérsela, por un módico precio y a cambio de higiene política, a, por ejemplo, el estado finlandés. Siguiendo la argumentación de Génova, prácticamente se puede externalizar la gestión de todo, pero deberíamos tener cuidado y considerar que:
  • A la externalización de la gestión del cuerpo propio en beneficio de terceros, se le llama, también, proxenetismo.
  • La externalización de la gestión de patentes podría ser vista como venta de patrimonio intelectual a terceros países (espionaje en situaciones extremas).
  • La externalización de la gestión de compras de una casa, por profesionales ajenos a la familia, termina indefectiblemente en sisa.
Y, así hasta el infinito. Hay una especie de cualidad de dejación de las obligaciones, en cada externalización, y, claro, resulta muy duro tener que admitir la incapacidad. Si, además, solucionan la vida de un familiar -y me remito al Consejo de Administración de Capio, pero el Consejo de cualquier Caja me vale- hay que reconocer que, esta vez, sus Señorías se han creado un palabro muy útil, que les viene como anillo para el dedo con que nos hacen la peineta. Ahora ya solo falta que la Real Academia lo registre oficialmente en su Nuevo Diccionario, entre otras palabras de espanglish.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

El test

Decididamente España es un país de creativos. Si me atreviese, casi compararía los últimos tiempos con el Renacimiento en su etapa florentina (primero los artistas plásticos del PSOE, y ahora los insignes literatos del PP). Los más humildes, la población activa, goza y utiliza profusamente la página web personalizada; los profesionales de la palabra se hacen con palestras remuneradas; y luego está la Alta Literatura: Mª Teresa Campos, José Mª Aznar, Jorge Javier Vázquez... Hombres y mujeres que derraman su talento para rendir pleitesía escrita a la causa del ego: Campos al ego del poder, Aznar al ego de la historia, Vázquez al ego, a secas.

Mirando tanto despliegue, me he dejado llevar por el espíritu tecnológico del siglo XX, donde me crié, y he realizado un estudio estadístico tipo test, buscando similitudes entre los varones, con resultados sorprendentes:
  1. Ambos han escrito un best seller.
  2. Ambos comparten obsesión por su estado físico.
  3. Ambos meriendan del público.
  4. Ambos publicitan lo suyo en circuitos específicos (Aznar en “medios afines”. Vázquez en “El Corte Inglés”)
  5. Ambos tienen lectores asegurados (Aznar cualquier español con carnet del Partido. Vázquez cualquier señora con tarjeta de visita de Tele 5).
  6. Ambos tuvieron co-presentadora en los primeros tiempos (Aznar aparcó la suya en el sillón de la alcaldía madrileña. Vázquez la dejó tirada en el diván de un psiquiatra).
  7. Ambos gozan de/con el populismo clásico.
  8. Ambos miden prácticamente lo mismo.
Visto lo visto, con las conclusiones en la mano, si yo fuera Rajoy o Vasile, andaría de puntillas no vaya a ser que persigan, ambos, una presidencia.

jueves, 20 de diciembre de 2012

El palé

Yo a mis hijas, a veces, las siento accionariadas, lejanas e inaccesibles, como la Bolsa; una de esas empresas con proyección de holding en cuyo consejo de administración la mayoría cambia de manos por razones impredecibles, y durante un periodo circunstancial, pero después de haber provocado una sangría sentimental. Al principio era una Sociedad Limitada que su padre y yo organizábamos y gestionábamos como un bien público, a base de argumentos éticos y disciplina consensuada, sin esperar plusvalía. Pero con la crisis del 95 hubo que admitir accionistas privados -concretamente cinco paquetes de bonos a diez años- y pasamos a ser Sociedad Anónima. Inmediatamente, los nuevos consejeros empezaron a invertir en I+D, y a exigir los correspondientes beneficios. Cinco años después, cuando la matriz principal conseguía (bien es cierto que a duras penas) cubrir las expectativas de sus inversores, hubo que ampliar capital. El nuevo giro bursátil dio entrada en el consejo a mis dos hijas, mayores de edad, a costa básicamente del paquete accionarial de los fundadores de la empresa (su padre y yo, aunque él todavía mantiene cierto control). En este momento, me siento como si me hubiesen pre jubilado  a la fuerza, vago, despistada, por un retiro informatizado y sufro de creacionismo compulsivo (necesidad constante de rellenar los espacios huecos del día a día, a base de actividades enriquecedoras)

Algún detallista, incluso servidora, se cuestionará el significado de “enriquecedoras”. Y fuera de valoraciones espirituales se podría definir como aquello que apetece al individuo y no daña a particulares.

Ahora, también, mis niñas empiezan a cotizar como Cooperativa con Mecenazgo de Fundación, y me enorgullece haber participado en la creación de la franquicia. Desde el punto de vista empresarial, empezarán a producir pingues plusvalías dentro de unos cinco años; justo cuando se haya acabado la Crisis de 2008. Entonces, me temo, se irán definitivamente de casa. ¿Quedarán suficientes ONGs para rellenar mis espacios vacíos? Miedo me da.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Trapos sucios

Foto: Nemo
Paseaba ayer con Manolito -en nuestra eterna búsqueda de un rincón esquinero aún no okupado por la política de privatización municipal- cuando, al cruzar la Plaza de San Ildefonso, una lata de cerveza, llena y abierta, me pasó rozando con la velocidad de un misil tierra-tierra. Sin darnos cuenta, estábamos en la franja de Gaza de unos encontronazos que, por lo visto, se repiten todos los días, a la misma hora, desde hace varios años. Se trata de una herida abierta en brick que ha salido a la luz,- como los preparacionistas norteamericanos (el otro extremo del creacionismo)-, con el asesinato indiscriminado de árboles, mobiliario urbano y espacios públicos. Tienen el conflicto dos mendigos, -él y ella-, reducidos a un banco de piedra frente a la Iglesia. Y, como vivimos en la España de Belmonte vs Gallo, ya hay dos bandos. Y, a medio camino, los vecinos.

El caso es que, antes, las broncas se celebraban en la esquina norte de la plaza, al amparo de una encina (en la actualidad defenestrada; descanse en paz) y siguiendo escrupulosamente las reglas del Marqués. Pero, claro, ese rincón sin urbanizar de cafelitos, estropeaba el paisaje - solo para turistas-, de la municipalidad, y los beneficios, muy pingues, de la dueña de “Con Hache”, un chiringuito/restaurante que, como la marabunta, avanza a razón de cinco mesas por temporada sin atender a la supervivencia del resto de las especies. Así, una vez alicatada la plaza, han quedado al descubierto vergüenzas íntimas del barrio, como el número exacto de mendigos, la soledad, al peso, de los ancianos, o el desconcierto tumultuario de los chavales que, sin jardines para jugar al fútbol y superado el botellón, se dedican a la sentada de fin de semana.

Salen a la luz trapos sucios inimaginables como el bochornoso espectáculo de un coche policial, con el taxímetro en marcha, estacionado en medio de la acera y sin pedir documentación a los reponedores chinos de la cerveza de medianoche. O los Señores de las Terraza que, como los Señores de la Guerra afganos, arramplan con las bolsitas “recoge cacas” de toda la comunidad y, si todavía quedan perros osados, los envenenan. O el trapicheo de locales (hasta hace dos días, mercerías) mutados de comercio familiar a negocio multinacional y alcohólico. O la oleada de ITVs que desalojó un edificio entero (previo incendio intencionado) para revender el vacío a multinacionales del alimentaje. O la erupción simultánea de kioscos a la italiana, que tienen nombre de opereta pero podrían considerarse NewPol aunque vendan porciones de pizza. O... Se me ocurren cien ejemplos más, uno por cada insulto a nuestra inteligencia ciudadana.

El misil tierra-tierra pasó rozando el hocico de Manolo y se estrelló contra la fachada de la pescadería. Nadie se inmutó y, lo más triste, los turistas casi se levantan para aplaudir el espectáculo.

martes, 18 de diciembre de 2012

Parte de guerra

Nueva maniobra del Ayuntamiento, nuevo intento de finta defensiva por mi parte. Este año, con la crisis, parece que no se han retirado las tropas a sus cuarteles de invierno, sino que han decidido adelantar la tradicional ofensiva de primavera (esa que organizan veinte días antes de que empiece el plazo para la Declaración de la Renta y que consiste en invadir de cartitas -más o menos hirientes, según renta- al contribuyente).

El año pasado asaltaron mi cuenta con un ariete de embargo y, tras un primer embate dieron dos pasos atrás para calcular daños y tomar nuevo impulso. Yo contraataqué con dos visitas a Sacramento 3, otras dos a Alcalá 45, una a Guatemala 16 (y varias repartidas por oficinas de la Gran Vía de Atención al ciudadano), y dejando evidencia de mi iracundo paso en forma de escritos debidamente registrados. También hemos tenido un par de escaramuzas por internet pero sin consecuencias, anónimas… Creo.

Sé que voy a perder esta guerra. Lo sé como lo sabían los Confederados después de la Marcha de Sherman, y los republicanos después de la Batalla del Ebro, como sé, también, que es una derrota de pura impotencia, el mejor generador de ira para las almas sencillas, y que, por lo tanto, será una derrota romántica.

Llevo dos alcaldes y medio desde que estallaron las hostilidades:
  1. Álvarez del Manzano y FUNESPAÑA: Acababa de enterrar a una tía abuela y a la familia se salió carísimo.
  2. Ruiz Gallardón: Tocó varios puntos sensibles de nuestra coexistencia municipio/contribuyente, a saber: la hora de aparcamiento, el genocidio arborícora y el alquiler (con derecho a compra) de las plazas vecinales.
  3. Botella: De momento solo tiene consideración de 50% porque no creo que termine la legislatura y, si la termina, ni en broma repite.
Pero sé que he perdido, porque, como los americanos en Vietnam, lucho contra un enemigo invisible.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Encapuchados

Foto: Nemo
Yo, a la del domingo, fui con doble capucha: la blanca de futura paciente que se resiste a pasar a la categoría de cliente; y la negra, obligada en hijas de pensionistas, viudas y con enfermedad crónica. Al igual que servidora, allí había médicos a punto de ser pacientes, internistas de padre jubilado, celadores con futuro patológico e hijos en paro, casi infinitas variaciones y permutaciones del derecho a la Sanidad Pública.

Debo reconocer que, por puro morbo, elegí la marcha del Hospital de... ,por aquello de que pasaba, indefectiblemente, por la Calle Serrano, una Señora Calle de rancio abolengo comercial. Con aceras tan amplias que pueden tenderse hasta tres mendigos, y aún sobra espacio para compradores; donde las gamas más altas (con CD por defecto) aparcan en doble fila, y un doberman con gorra de plato y chaqueta gris marengo, alzado sobre sus dos patitas y enseñando papeles, le evita la multa al jefe. Una calle diseñada por Dior y cortada por Pertegaz, con el vecindario a tono, -tan virgen y casto en la protesta como un pavimento de Swaroski-, que yo imaginaba votante del PP, y con carnet. Pero lo que son las cosas: las capuchas, como gaviotas enfurecidas, abandonaban los portales, al paso de la marcha, con la agresividad de cormoranes. Una gran mayoría eran capuchas de copago y ambulancia taxi, cierto, pero la virulencia y lo agudo de sus gritos, tuvo que reventar algún ventanal de Génova. No se veía una explosión así, de norte a sur, de este a oeste, y con millones de teselas, ¡NO!, surfeando sobre un cabreo blanco, desde los tiempos del tejerazo.

Sin embargo, sigo pensando que con estas movilizaciones medio pensionistas no vamos a ningún lado, hace falta una plaza de permanencia Zafir, un acto de rebeldía estable que implique a todas las capuchas. ¿Habría algún problema en declarar el “funcionamiento hospitalario en rebeldía”? Al fin y al cabo, el propio tsunami blanco aportaría los médicos, los sanitarios y hasta los pacientes; una vez todos instalados en los centros, ¿iban a desalojarnos a gorrazos en medio de una operación? Ganas me dan de sugerirlo y esperar, porque seguro que éramos mas de cinco o seis, y eso sin contar la variedad de capuchas.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Suspenso

Foto: PublicDomainPictures
Mis amigas se podrían describir como abigarrado y colorista ramillete de sinsabores de esos que  regala pródigamente la vida. Todas tenemos retoños en edad de poner a prueba el instinto materno, la mayoría cargan con divorcios, perros, gatos y, algunas, además, aportamos nieto. Una de ellas, bastante íntima, acaba de recibir una bofetada de inmersión doméstica, metafóricamente hablando. Su hija le ha pedido expresamente que no vaya a la primera celebración pública de su primer nieto.

“¿Qué se puede hacer cuando los hijos se avergüenzan de una?”, me ha preguntado. Y yo he estado tentada de responderle “Nada”; pero tenía los ojos tan transparentes que no me he atrevido. A cambio la he obsequiado con un despliegue bastante convincente de argumentos a favor del distanciamiento familiar:
  • La perspectiva aclara la mente.
  • La valoración de lo ausente incrementa su valor intrínseco.
  • El apoyo a la maduración de una semilla consiste en dejar que las raíces crezcan libremente.
¡Dios, parecía un libro de autoayuda!

Sin embargo estaba pensando en la paradoja: he aquí una generación entera de mujeres ansiosas por convertirse en matriarcas de un linaje de madres solteras como último grito de rebeldía, y sus hijas-madres se avergüenzan del grito. Ahora, que ya es mucho más fácil ocultar la deformidad familiar porque los saraos no se celebran en los domicilios particulares, sino en salas infantiles especializadas, basta con dejar el muñón en casa.

Mi amiga, que es otra pringada en paro pero no idiota, me estaba siguiendo el pensamiento y lo ha cristalizado en palabras cuando yo terminaba de citarle lugares comunes del ego:

“Es curioso, ¿verdad? - me ha dicho - Yo hubiera matado por una madre como yo.”

Más razón que un santo. Nosotras vivimos la Larga Marcha, tuvimos que bregar con una generación de madres que anteponía la posesión legal de un macho (o del apellido), a los intereses comunes de todas las hembras; y, aparentemente, hemos conseguido transmitir el mensaje de los hechos, pero no el de las razones. Al final, en la consideración de las madres de nuestros nietos, no alcanzamos un 5 social ni raspando. Nos han puesto un tres y medio. El tres por frikies, el medio punto, por radicales.

jueves, 13 de diciembre de 2012

El conejo

Foto: geralt
La Marea Verde académica, la Marea Blanca sanitaria, la Marea Negra judicial… Esto es, en realidad, un tsunami y me da la impresión de que el PP no tiene suficientes salvavidas para todos sus cargos públicos. Pero, fuera de nuestras fronteras nacionales, muy mal tiene que prever el futuro la derecha cuando el Papa (la herramienta de ataque y defensa más radical del conservadurismo) aprovecha una fecha de superstición pura y dura -121212- para recordarnos su existencia humana a través de Twitter. Con la que está cayendo, Dios necesitaría algo mas fuerte que un tuit para recordarnos la suya a los españoles, que miramos a Génova como al Purgatorio (el infierno, ya se sabe, es nuestra propia coexistencia).

Lo cierto es que entre las amenazas del 12 del XII del 2012, del calendario gregoriano, y el 21 del XII del 2012, del calendario maya, parece que nadie tiene ganas de colgar bolas al arbolito - excepto el Ayuntamiento de la Botella que, de momento, ya se ha colgado la guirnalda de la Comisión Madrid Arena. Un pensamiento tácito recorre las conciencias de creyentes y asilados: "Si no vamos a llegar al 24, ¿para qué montar un nacimiento cuando el PP ya disfruta de un Belén generalizado en la calle?"

Personalmente, me cuesta verbalizar lo del espíritu navideño tanto como materializar los conceptos pavo, langostinos y fiestón, entre una manifestación y otra (voy a casi todas como daño colateral cívico de las alegrías gubernamentales). De puertas para adentro, el asunto no va mucho mejor; todavía no me han organizado una concentración en el pasillo de casa, pero la crisis generacional está alcanzando niveles de radiación japonesa. Al final, 15 días antes del evento, todavía no tengo muy claro dónde voy a pasarlo, ni si voy a pasarlo, ni si vale la pena el esfuerzo; casi prefiero esperar a que salte un conejo de la chistera porque, digo yo, que si hay chistera (y la hay) en algún lugar debe estar el conejo. Espero que lo enseñen a tiempo para que podamos comérnoslo.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Multivitaminas

El sábado estuve en una fiesta de cumpleaños. Como , por prudencia, hace lustros que no celebro me lo tomé como un viaje exótico. Y tenía razón. Yo me bajé del festejo cuando aún se solventaba con unas mediasnoches, unos pastelitos (la tarta es demasiado monotemática para servidora), dos cubatas y una copa de champán. A la vuelta, me he encontrado con bandejitas pentagonales negras cuajadas de orejones, pasas, tres tipos de queso, espárragos, fruto de la pasión y dátiles. Palillos japoneses para ir picoteando literalmente las bandejitas (algún invitado conseguía pinchar los espárragos longitudinalmente y mojarlos en mayonesa sin perderlos) y toda clase de néctares, incluido un multivitaminas de litro y medio. Poco alcohol y dulces de turismo rural, pero quizá por eso, o por el delicado minimalismo de todo el evento, lo pasé muy bien.

Pudieron ser los asistentes, que cubrían un amplio espectro, (desde el joven emprendedor/empresario hasta el estudiante primerizo, pasando por una currela de verdad, de las que conforman la sal de la tierra laboral española) y todos en estado puro, sin malear. El joven empresario nunca ha defraudado a Hacienda, el estudiante aún tiene una fe inquebrantable en su futuro profesional, y la curranta todavía ejerce lejos de la sombra del ERE. Mi amigo, el de el cumpleaños, había levantado una especie de tatami esponjoso en el centro de su salón, con varios almohadones a modo de reposa-riñones, y hasta una especie de photocall para inmortalizar el sarao.

Por si fuera poco, viví una experiencia religiosa en el metro de Madrid (estación de Callao, línea 5 dirección Casa de Campo) a las siete de la tarde: con el andén cuajado de usuarios, una neblina blanca y caliente nos inunda desde el túnel, el pestazo a goma quemada nos pica la garganta y el oxígeno empieza a condensarse en ceniza... Nadie mueve una patita. Yo alucino. Si una humareda así inundara el metro de Londres, por poner un ejemplo, estoy segura de que la estampida dejaría en pañales lo de Madrid Arena. Sin embargo allí estábamos todos, impertérritos, esperando nuestro tren sin una sola queja. Allí había dos conclusiones obvias:
  1. Con la que está cayendo, el español medio prefiere morirse de golpe a seguir recortándose la vida.
  2. El español medio está dispuesto a dejarse la vida si existen posibilidades de que la familia cobre indemnización civil subsidiaria.

Está claro que somos un pueblo de mártires, héroes, y espabilaos.

martes, 11 de diciembre de 2012

Tipificados

Foto: Partido Popular de Navarra
Contra todo pronóstico, por cortesía de un diputado del PP navarro, acabamos de cruzar la última frontera de la mera corrupción para entrar de lleno en el universo, mucho más denso y descarnado, de lo criminal. Además, con un preocupante tufillo a miseria.

Ya no está el patio para aquellos grandes pelotazos de la codicia contra la ética más elemental, ni para hacer incursiones en plan butronero por la cloacas financieras. Ya no queda un euro para robar, y la banda mejor organizada de España ha dejado a sus miembros en una deriva individual que, como siga así, terminará por llevarlos a todos al huerto del vecino a robar peras. Es una pena que, a estas alturas, ya no resulte efectivo el perdigonazo de sal, porque si lo de Dívar era cutre, y lo de Díaz Ferrán escandaloso, esto del chantaje a palo seco deja a sus señorías a los pies de las maras.

Siguiendo el catálogo del Código Penal, ya solo les falta por tocar los palillos del secuestro express y la trata de blancas:
  1. Atraco a mano armada: superado y con nota, por preferencia.
  2. Fraude y estafa: superado, por ERE masivo.
  3. Robo sin daño a las cosas (también hurto): superado, aquí los bancos dañan a las personas
  4. Falsificación: en documento público superado con matrícula gracias a Noos. En documento privado que le pregunten a Gago, seguro que también es de matrícula.
  5. Cohecho: es la pista por la que circulan prácticamente todos.
  6. Prevaricación: se les rompió de tanto usarla.
  7. Blanqueo de capitales: últimamente, un hábitat natural.
  8. Proxenetismo: prefiero no pensar en ello, porque hay putas de muchos tipos y por no ofender.
  9. Pederastia: se ha derramado desde tan arriba, e impregna a tanta gente, que raro sería no encontrar alguno.
  10. Narcotráfico: mejor obviarlo, porque hay suficiente pasta en juego como para desasosegar a una generación entera de anacoretas, y vaya usted a saber.
Lo malo no es que se hayan constituido en banda, lo malo es que están resbalando dolosa, culposa y rápidamente, hacia la cuadrilla facinerosa.

lunes, 10 de diciembre de 2012

La pulga maldita

Me hallaba el viernes de puente espiritual, como todo vecino sin posibles, cuando, camuflada apenas en el centro del periódico, una notita como una pulga me ha saltado al cuerpo, recorriendo y devorando espacios subconscientes. Resulta que unos caballeros del tercio de espadas se han dedicado a, y cito textualmente, “Inocular y fomentar en el interior de las Fuerzas Armadas un nocivo estado de opinión”. Lo primero que se me viene a la cabeza es el significado de “nocivo” (en sentido estricto el asunto puede ir desde una corruptela administrativa, hasta una conspiración ética de desobediencia), y me imagino a los furrieles negando el saludo militar a otro ministro civil, y a Morenés quitándoles una o dos pagas. Pero no, los abajo firmantes son:
  • Un General
  • Ocho Coroneles
  • Cuatro Tenientes Coroneles
  • Cinco Comandantes
  • Y un Teniente General desde una Reserva obviamente activa.
  • Con intervención estelar de una tal Mª José Cuevas que hace de Secretaria General del Grupo Parlamentario Popular de Cataluña (por lo menos dos líneas de mayúsculas en las tarjetas de visita).
Todos, al alimón, han entonado la habanera del artículo 2 de la Constitución, seguida de la bachata del artículo 8. Sus voces se alzaban en cúpula de graves marcando el ritmo: “unidad nacional”, mientras el falsete de Cuevas deslizaba un solo perfectamente audible: “legitimidad por la integridad”. La interpretación, digna del Festival de Torrevieja, se ha saldado con el cese del director de un periódico, cortesía del Ministro de Defensa. Pero mi zozobra no es musical sino civil: hay un montón de coroneles retirados dispuestos a arrojar su cadáver a los pies de la patria en la frontera de Catalunya, y ni el PSOE, ni el PP (de estos tampoco se esperaba mucho) contestan.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Problema respiratorio

Hace muchos años, cuando yo todavía era joven, felíz e indocumentada, existía un semanario de nombre “El Caso” que compendiaba toda la maldad visible de España. Por allí desfilaban asesinos en plan Jarabo, estafadores de alto estanding (pocos), atracadores, choricillos, mucho ejemplo de la depravación extranjera e historias morbosas como lo de “El descuartizador de Zaragoza”. Y ahí me enteré yo, de que existían razas delictivas:
  • Gitano: ladrón congénito.
  • Mechero: mezcla de gitano y payo, de genética variable.
  • Quincallero: no recuerdo muy bien cuál era la composición, pero trabajaban por la plaza de Cascorro.
Cuarenta años después, enciendo la televisión y mire hacia donde mire, todos los informativos parecen “El Caso”, solo que en diario. Media hora a base de quinquis. Que si Díaz Ferrán, que si Gao Pin, que si las preferentes, un par de crímenes, dos desmantelamientos de banda organizada, suma y sigue. Sigue habiendo razas especializadas, pero han evolucionado y ahora se llaman latin kings, mafia rusa, o cártel. Gracias a este detalle en la información delictiva, y a la abundancia de casos, han salido a la luz especies autóctonas, celosamente protegidas, como el testaferro y el liquidador de empresas. Especies predadoras que vivían camufladas entre los ovinos decentes, como avezados lagartos, y son expertas en bolsas sospechosas, paseos exóticos y trato de privilegio. Menos mal que la población anda demasiado ocupada en las protestas para darse cuenta, deben pensar en el Gabinete, porque nunca tan poca carne había estado a merced de tanto buitre. El pestazo ha llegado incluso hasta las aristocráticas narices del fiscal general del estado, cuya pituitaria sufre taponamiento crónico, y, sí, se ha quejado. No ha podido soportar el tándem Bustos-Soriano de Sabadell.

El resto sobrevivimos con mascarilla quirúrgica.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Patada simultánea y colectiva

Foto: Presidencia del Gobierno de Canarias
Como llevo ya muchos años de paro, se me ha agriado la confianza en el prójimo y tiendo a buscar razones golfas cada vez que un político hace algo. Igual que tiendo a pensar en fines espúreos cuando una medida políticamente correcta tiene éxito, o una comisión de investigación consigue resultados. Así, lo de Díaz Ferrán, con ser de justicia penal (lo de la justicia poética probablemente se lo administren en el “tigre” de Soto del Real), no me acaba de satisfacer. Sospecho que al amo de Marsans lo han disfrazado de guinda para culminar el pastel de la amnistía fiscal que les ha salido escasito de azúcar. Aviso para navegantes de yate y CEOE: “cuidadín, cuidadín, que sabemos quienes sois y donde vivís”. Telemadrid, incluso, le puso capilla ardiente, con foto, hasta el amanecer.

Pero algo me dice que ya es tarde para gestos cuando han salido a protestar hasta los discapacitados. Pregunto: ¿Qué pasaría si todas las organizaciones, asociaciones, sindicatos y colegios profesionales, coincidieran un día a la misma hora, en el mismo sitio? Debe ser como lo de la leyenda urbana de los chinos dando una patada simultanea y colectiva. Dicen que sacarían a la tierra, planeta, de su órbita (personalmente, después de la virguería ideológica que se han tejido los chinos en los últimos 20 años, y tras degustar el chop suei Gao Pin, me creo cualquier cosa). Lo que sí parece lógico es que esa macro convocatoria llevará a Rajoy y el PP fuera de la órbita de la Moncloa.

Ya me imagino a Cifuentes, las guedejas más tirantes que nunca, aleteando enloquecida, de distrito en distrito, por las comisarías. A la Tita Espe corriendo por Génova en calcetines, a Javier Arenas encerrado a cal y canto en el sarcófago de los Rayos UVA, o a Ruiz Gallardón y Botella teniendo que compartir pensión completa administrativa. La fantasía resulta tan tentadora que estoy a punto de hacer la convocatoria yo misma, por Internet, en cuanto acabe este post.

martes, 4 de diciembre de 2012

Apocalipsis


He dedicado la tarde del sábado a una mudanza franciscana, nada de grandes camiones atascando la calle, ni furgonetas, ni siquiera una motocarro: ha sido todo a mano, bulto a bulto, en bolsas ecológicas del Carrefour, que tienen capacidad para más de quince libros, un barreño cargado de ollas, o todos los juegos de toallas de la temporada de Ikea. Lo tengo contabilizado porque, además, el transporte se realizaba a lomos de bípedos; concretamente sobre los lomos de la propietaria del menage y servidora.

Claro que la nueva casa no está en esa quinta fortknox que tanto se publicita últimamente (y que se localiza en una dimensión muy lejana); como mi amiga cumple todos los parámetros de la estadística actual -divorciada, en paro, con hijo conflictivo, perro y cursillo del INEM- su mudanza  iba de un pisito de 30 metros, en edificación antigua, 4ª planta (con entresuelo) sin ascensor, a otro pisito de 29 metros, en edificación protegida, 4ª planta sin ascensor, tres calles más arriba. Hemos hecho diez viajes. Podría hacer un esfuerzo y calcular el número exacto de veces que hemos subido cuatro pisos, mi amiga y yo. Pero soy mala en matemáticas y prefiero contabilizar la pasta que me he ahorrado en gimnasio. Mientras subíamos el Turmalet de la calle Escorial, en plena pájara, mi mente evocaba el arrebato de buen rollito que me había parecido detectar en los informativos del mediodía. ¿Será eso lo que piensa un maratoniano en el kilómetro 38? El agotamiento te desliza a un túnel blanquecino de paz espiritual. Ahí estaban el matrimonio asturiano que ha cedido un piso a una familia desahuciada, el constructor que ha cedido un montón, y el madero neoyorquino calzando a un sin techo de su propio bolsillo. ¿Y si la Gran Batalla entre el Bien y el Mal que augura el Apocalipsis -tan de moda ahora-, no va de fiambres y casquería, sino de voluntades?

La voluntad de hacer algo, lo que sea, y la voluntad de no hacer nada, de aceptar como necesaria la brutalidad humana. Fue una pájara que ni Indurain.

Terminamos a las doce, mi amiga -como parada con pundonor profesional- le dejó el pisito al propietario como los chorros del oro, y yo la dejé en el nuevo palomar, envuelta en cajas y con el apoyo solidario de su perra jadeándole en la cara. Mañana, cuando esté descansada, le daré una vuelta al asunto de la voluntad y el Apocalipsis. Con las agujetas que tendré me parece lo más apropiado.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Tejido

Foto: Carlos Muñiz Cueto

Cuanto mas miro a mi alrededor, mas me agobia la sensación de vivir en un país estampado de rayas. Unas finitas y blancas, muy rectas y verticales, propias de ejecutivo en laborable, y a las que familiarmente conocemos como “listas”. Y otras de trazo grueso, más rústicas y curvilíneas, coloristas y populares, a las que llamamos “colas”. Son de estilo vintage, es decir, heredadas y algunas se remontan al 39. La España crítica de 2012 ha recuperado “la cola del hambre” en Cáritas Diocesanas, y “la cola de Dª Manolita” A la que han sacado de Sol porque sus parroquianos son tan abundantes que el ayuntamiento teme que se pudiera montar acampada, protesta o manifestación espontanea.

La cuestión es que la lotera ha sido transferida, sí o sí, a una calle aledaña, de esas comerciales, populosas y estrechas que desaguan en la plaza y, claro, ha tenido que organizar a la clientela en fila de a uno a lo largo de la fachada. Más de dos manzanas, ocupa, con cordoncito aislante. En domingo, Dª Manolita abre a las 11:00 y la cola se empieza a dibujar como a las 9:30, estricta, rigurosa y autogestionada. Qué fiereza la de la tercera edad: un hombre llega corriendo y se coloca en el quinto puesto, justo delante de una venerable anciana a la que da explicaciones. Ha tenido que ir urgentemente a la farmacia abierta 24 horas de la Calle Mayor. Impertérrita, la señora le contesta: "Ese truco es muy viejo. A la cola como todo el mundo". El hombre retrocede hasta el final bajo la mirada hostil de todos los que guardan turno. Así las gastan nuestros mayores cuando les tocan lo suyo, y les pilla de pie.

Otra cola también muy en boga últimamente es la cola del INEM, en realidad un ensanche de la lista del paro que se le ha ido al traje mil rayas. O igual es un roto en la raya diplomática. O igual están intentando cambiar el tejido a espiguilla porque nuestro diseño ha quedado caduco o, lo que es lo mismo, excesivamente vintage.

Al llegar a casa, otra sorpresa. Yo no veo muchos muertos, pero, en ocasiones, mi memoria emite un gemido gutural, como el chirrido de un cuervo, y un fogonazo diáfano, como de relámpago, ilumina algún rincón lleno de polvo. Me ocurre ante los gestos públicos, probablemente porque son todos iguales, y los informativos del domingo traían uno calcado, calcado, a otro de hace muchos años. En aquel estaba Ramón Rubial, -con el partido puesto en pie aclamándole los años de militancia- en un homenaje clamoroso que lo depositaba directamente en el salón de su casa. En este le hacían lo mismo a Felipe y, posiblemente, por los mismos motivos. Cuando lo de Ramón había que sacar al ala izquierda para hacerle hueco a la beauty empresarial de la bodeguilla; ahora hay que sacar a los Bono, Chávez, y otras hierbas si quieren conectar con el votante, porque pintan bastos, el personal se ha radicalizado y hay una generación de socialistas jóvenes que, por lo menos, conoce la jerga.

Salvando las evidentes distancias -a Ramón le agradecían la honradez, la honestidad, el piso único y los años de exilio. A Felipe los múltiples gobiernos, los variados negocios y los infinitos puestos creados en la administración pública-, a mí todo esto me ha parecido un remake de urgencia, salvo que a Felipe, como es sevillano, lo han sacado por la puerta grande con vuelta al ruedo y música. "Licencias de guionista", seguro que está pensando Guerra.