jueves, 20 de diciembre de 2012

El palé

Yo a mis hijas, a veces, las siento accionariadas, lejanas e inaccesibles, como la Bolsa; una de esas empresas con proyección de holding en cuyo consejo de administración la mayoría cambia de manos por razones impredecibles, y durante un periodo circunstancial, pero después de haber provocado una sangría sentimental. Al principio era una Sociedad Limitada que su padre y yo organizábamos y gestionábamos como un bien público, a base de argumentos éticos y disciplina consensuada, sin esperar plusvalía. Pero con la crisis del 95 hubo que admitir accionistas privados -concretamente cinco paquetes de bonos a diez años- y pasamos a ser Sociedad Anónima. Inmediatamente, los nuevos consejeros empezaron a invertir en I+D, y a exigir los correspondientes beneficios. Cinco años después, cuando la matriz principal conseguía (bien es cierto que a duras penas) cubrir las expectativas de sus inversores, hubo que ampliar capital. El nuevo giro bursátil dio entrada en el consejo a mis dos hijas, mayores de edad, a costa básicamente del paquete accionarial de los fundadores de la empresa (su padre y yo, aunque él todavía mantiene cierto control). En este momento, me siento como si me hubiesen pre jubilado  a la fuerza, vago, despistada, por un retiro informatizado y sufro de creacionismo compulsivo (necesidad constante de rellenar los espacios huecos del día a día, a base de actividades enriquecedoras)

Algún detallista, incluso servidora, se cuestionará el significado de “enriquecedoras”. Y fuera de valoraciones espirituales se podría definir como aquello que apetece al individuo y no daña a particulares.

Ahora, también, mis niñas empiezan a cotizar como Cooperativa con Mecenazgo de Fundación, y me enorgullece haber participado en la creación de la franquicia. Desde el punto de vista empresarial, empezarán a producir pingues plusvalías dentro de unos cinco años; justo cuando se haya acabado la Crisis de 2008. Entonces, me temo, se irán definitivamente de casa. ¿Quedarán suficientes ONGs para rellenar mis espacios vacíos? Miedo me da.

No hay comentarios:

Publicar un comentario