lunes, 10 de diciembre de 2012

La pulga maldita

Me hallaba el viernes de puente espiritual, como todo vecino sin posibles, cuando, camuflada apenas en el centro del periódico, una notita como una pulga me ha saltado al cuerpo, recorriendo y devorando espacios subconscientes. Resulta que unos caballeros del tercio de espadas se han dedicado a, y cito textualmente, “Inocular y fomentar en el interior de las Fuerzas Armadas un nocivo estado de opinión”. Lo primero que se me viene a la cabeza es el significado de “nocivo” (en sentido estricto el asunto puede ir desde una corruptela administrativa, hasta una conspiración ética de desobediencia), y me imagino a los furrieles negando el saludo militar a otro ministro civil, y a Morenés quitándoles una o dos pagas. Pero no, los abajo firmantes son:
  • Un General
  • Ocho Coroneles
  • Cuatro Tenientes Coroneles
  • Cinco Comandantes
  • Y un Teniente General desde una Reserva obviamente activa.
  • Con intervención estelar de una tal Mª José Cuevas que hace de Secretaria General del Grupo Parlamentario Popular de Cataluña (por lo menos dos líneas de mayúsculas en las tarjetas de visita).
Todos, al alimón, han entonado la habanera del artículo 2 de la Constitución, seguida de la bachata del artículo 8. Sus voces se alzaban en cúpula de graves marcando el ritmo: “unidad nacional”, mientras el falsete de Cuevas deslizaba un solo perfectamente audible: “legitimidad por la integridad”. La interpretación, digna del Festival de Torrevieja, se ha saldado con el cese del director de un periódico, cortesía del Ministro de Defensa. Pero mi zozobra no es musical sino civil: hay un montón de coroneles retirados dispuestos a arrojar su cadáver a los pies de la patria en la frontera de Catalunya, y ni el PSOE, ni el PP (de estos tampoco se esperaba mucho) contestan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario