domingo, 21 de abril de 2013

La Última Trinchera



      Ha tirado la toalla. Mi pobrecito crónico, ha cerrado la boca a las palabras, el alimento, los besos y hasta la oración. Ha decidido perderse el Nuevo Mundo, quizá porque ya se perdió en el Mundo Global hace unos años; y no está dispuesto a hacer más concesiones al Síndrome de Estocolmo Hospitalario, que las prescritas por libro. Evidentemente, los técnicos de Güemes Ltd. se han dado cuenta y han sugerido, negro sobre blanco, abaratar costes ahorrando en batidos de proteína. En su lugar, nos han regalado una lista de ingredientes nutricionales con formulas de alquimia, a juego.  Nunca pensé que el sistema Ikea fuera aplicable a los asuntos sanitarios, pero no deja de tener su lógica: si el PP ha conseguido que los niños paguen por el uso del comedor de sus colegios (menú aparte), que el ejercito se pague sus bocatas (a través de la soldadesca), y que los ancianos impedidos se abonen la dependencia, esta especie de homeopatía dietética casera igual nos hace mas libres, y nos ayuda a comprender y degustar los brotes verdes de Mariano, o a superar la digestión de los panes y los peces "B", de Génova.
     
      Aquí, hemos retrocedido a las últimas trincheras defensivas, justo al borde de la retaguardia, y luchamos contra el silencio de la penumbra, encendiendo una pantalla diferente en cada habitación; dependiendo de si se viaja por el ala norte (terraza, dormitorio, baño, despacho) o el ala sur (cocina, dormitorio, baño) de la residencia de mi crónico, uno pasa del ambiente Tele5, a Intereconomía, los canales públicos y la Sexta, residen en el salón, la tele con mas pulgadas. Así conseguimos mantener a raya, durante el día, a la Niebla Grís. Claro que, la muy ladina, se ha buscado un hueco bajo mis ojos, a través del párpado, y ahí permanece, oscura, abolsada, recordándome una realidad común y terrible, más allá de los informativos. 
      
       Fuera, el verano rebulle bajo la piel de la calle; los tribunales intentan atemperar un latido social con taquicardia, y los médios, absolutamente todos, menean la bata de cola de la Pantoja (Otro servicio impagable de la Copla a la Junta de Andalucía) empalmando la Féria con el Rocio. No hay nada que hacer, una vez cursado el prólogo en Carnavales, tomado el pulso en Fallas, y aliviado el alma en Pascua, España se va de Fiesta hasta Octubre. De guardia quedan los firmantes de la ILH y los "Cronicos Externalizados" de Gonzalez (junto a sus respectivos Residentes de MIR doméstico), mas los tetrapléjicos laborales de la CEOE y una representación de los epidémicos de Preferentes. Está todo calculado para desactivar al resto:


  1.  Primero los Santos locales (San Isidro, San Fermín...),
  2.  Segundo, las Vírgenes sectoriales (la Virgen del Rocío, la del Carmen, la Almudena ...)          
  3.  Tercero Celebraciones Consuetudinarias Variadas (Cualquier pueblo que se precie tiene la suya, desde la  tomatina, hasta la doma de asturcones)

     
       Esperan, supongo, diluir en sangría lo gordo. Servidora, desde una mayor altitud urbana y entre las flores, goza de una visión mucho más optimista: la Fiesta en España congrega a miles de ciudadanos legalmente (con el turismo en la grada)y , con un poco de imaginación, se podría organizar un Macro Escrache.

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