domingo, 7 de abril de 2013

Estado Civil




        En el grupo de íntimas, compartimos analogía vital aunque las circunstancias nos modifiquen el ADN civil. Representamos todas los casus belli de alcoba posibles en una convivencia hetero de las antiguas, es decir corriente, cansina y falta de imaginación. Entre nosotras las hay

. De estado civil zombie: A lo walking dead, caminan sin sentir y son absolutamente carnívoras.
. En régimen oficial de liberto: Un tercer grado conyugal, semi tutelado.
.  Acogida a la Norma Clinton: "Tu no preguntas, yo no respondo"
. También tenemos un caso de guerra abierta en setenta metros.
. Y un escenario de intifada doméstica.

       Naturalmente, esta oleada de frentes, viene inoculada por la crísis economica (Ahora donde comen dos  y con los niños en paro, no comen tres ni de broma)pero el sarpullido se manifiesta en la crisis sentimental. Ayer lo comentamos frente a un café y merienda, mientras intentábamos consolar a mi amiga Amparito. A la pobre le está saliendo un asta, con su coronita blanca de primera dentición, y , como en una rotura de encía, el dolor por rasgado de piel y crujido de frente resulta casi insoportable.

       Ya le hemos explicado que luego, los colmillos, molares y demás caídas resultan indoloras, y que ahora debería pasarse al sector "mantenidas" (solo trabajo hogareño y libertad horaria absoluta.) Teniendo los papeles reconocidos dentro de la república independiente de cada familia, y habiendo cumplido, ambas partes, el articulado referente a la progenie, un contrato tácito puede durar, felizmente, casi lo mismo que una Secretaría General. Para terminar la sesión de auto ayuda improvisada en el Comercial, echamos el tiempo hablando de hijos, cocina, cine y, por supuesto, hombres. A veces creo que le damos demasiada importancia a la Y de nuestro XX, porque nos ha costado, tres cafés, media docena de porras y un croissan, devolverla minimamente al mundo; y, dentro de un més, cuando se mire las caderas, querrá haberse muerto. 

       En cuanto a servidora, la tarde me ha llevado directamente a un rioja de 2006, un blues de Billie (en concreto The same old story) y una reflexión nocturna casi morbosa:

"¿Por qué todas soñamos con Mizoguchi y terminamos en el universo de Jesus Franco?"  

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