El estado Mueble

   

        Hace unos años, un amigo pasado de copas se apoyaba en una esquina y le pregunté:
"¿Cómo te encuentras?"; "En estado mueble"- me contestó él farfullando. Me hizo gracia la definición y la enlaté para conservarla, por su exactitud y elegancia, como referencia de las situaciones pre- coma etílico, sin saber que la Casa Real me daría otras posibilidades de aplicación.

       Por lo visto Noós no era ni ONG, ni Fundación, ni siquiera Sociedad Anónima: aparentemente el juez Castro está empeñado en procesar al mobiliario de un inmenso Salón de Juntas, con techo alto.

• Revenga,  hace de perchero barroco  para que las Meninas cuelguen el sombrero.
• La Señora Torres, de bombonera, en porcelana de Sevres, con Ferrero Roche para convidar a las visitas
• La Señora Urdangarín, de Centro de Mesa algo recargado, hecho en Limoges, y con filo de oro, para impresionarlas

      Viendo la deriva de todo el asunto, va a ser que Iñaki y Diego solo jugaban a las sillas sin darse cuenta del raído de la tapicería de brocado. Los pobres nunca habían visto una estancia de esas dimensiones y, claro, el relumbrón del pan de oro les confundió. Y servidora se pregunta: Aparte de cada cuatro años, ¿En que momento hemos dado la impresión, los españoles, de ser lerdos? 

       Una vez fijado que parte de nuestros poderes fácticos pertenecen, por derecho propio, al reino vegetal (Y ahí estan las federaciones provinciales de los partidos como botón de muestra), parte al reino animal ( no hay más que echar un vistazo a algunas leyes) y el último tércio debería catalogarse en el reino mineral (los hay de diamante, de esmeralda, y hasta algún rubí sin lavar),  podría concluirse que los votantes, en estado espiritualmente gaseoso de puro esquilme, solo somos pingüinos condenados a la supervivencia en un habitat de jungla brasileña. Nunca sabremos de donde va a llegar el picotazo pero, seguro, que nos inocula un parásito indestructible.

       Por si acaso, las vacunas se consiguen en el mercado negro de la Plaza de Neptuno (esta vez hay de sobra porque Trillo no las pretende para sus niños y Cifuentes caza los microbios a cañonazos) Gratis, el día 25.