viernes, 19 de abril de 2013

La Manzanilla del pobre

 


     Por si quedaba alguna duda de la opinión que le merecen los ciudadanos (con DNI y voto)a Génova, esta mañana, el gobierno  se bailaba una malagueña con la Iniciativa de 1 millón y medio de españoles, y, para merendar, se bebían, entre sí mismos y sus compañeros de pupitre, una manzanilla social de titulo cosechero "Ley para la defensa del acreedor hipotecario". Seguimos bajo el imperio del eufemismo y Falcon Crest, pero, después de un menú compartido con mi crónico, a base de frutos secos, se me han espabilados los diablillos escuchando los usos higienicos de Arias Cañete.( Lleva vida de monacato preconciliar, y, a los yogures caducados, añade duchas de agua fría). Solo cabe concluir en dos alternativas:
                           
                             1.- O el ministro tiene instintos de franciscano especialmente sacrificado
                             2.- O Lentamente nos dirigen hacia la Esparta del siglo IV, para que una zorra    pueda comernos las tripas y ni un quejido salga de nuestras gargantas

      Y mira que llevo todo el día contemplando las evoluciones legitimadoras de Terch, Merlo y Cia, para ver si se les cae la cara de vergüenza, pero nada, y eso que han probado todos los palos. Por rumba , bulería o fandanguillo; ya pueden agitar los faralaes inmobiliarios socialistas, que debajo de la puntilla les asoma un chanchullo de lunares, taconeando sobre la dación en pago, haciendo punta sobre  la plataforma anti desahucios, y apestando a Europa con nuestro duende africano de justicia y derechos humanos. Se van a tener que poner de rebujitos hasta las orejas (o ponernos al resto), si quieren encontrar una sevillana, bailable, que anime a la concurrencia de damnificados. 

       Desconcertada ante la falta de soluciones, servidora ha pasado por la Vinoteca, donde José Carlos recibía,( con el blanco y negro de telón de fondo), para beber una copa de vino de Yecla, y escuchar los tending  mas divertidos; pero entre las externalizaciones sanitarias a colegas, la correa de transmisión bancos-partido, y el escrache dialectico de Aguirre a Moncloa (sigue empeñada en el papel de Iznogud), más que un toping de risas, aquello parecía el Necromicón de la Legítima Ira. Por lo menos, tres estabamos de acuerdo en la desobediencia ciudadana como única vía; otro invocaba a Bruselas y sus poderes fácticos, y los demás insistían en el "método Falciani" (Si quieres, puedes. Y si puedes, debes) En definitiva, uno de esos días en los que Dios, por no ver las tropelías de su gente, andaba de casetas por el Real de la Feria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario