jueves, 30 de mayo de 2013

Señales

   



       
       Primero fué Bono, intentando justificar su patrimonio a través de una biografía a caballo entre Heidi y "La cabaña del Tio Tom"; luego Aznar postulándose abiertamente como candidato en la sombra; un par de días mas tarde ven la luz las notas perversas de Guerra que va de francotirador de élite independiente (no confundir con mercenario). Y cuando una empieza a asumir esta especie de auto exculpación publico privada PP-PSOE, se da de bruces, en un zapeo, con la mirada fría, sin motivos personales, de Rafael Vera. Y nada menos que desde el buque escuela de Intereconomía. 


       Provengo, hoy por hoy, del cartón y de la caja; pero tamaña exhibición de Mings de la III Dinastia Democrática, con la magistratura acechando, código en mano, y el ronroneo de las preferentes como banda sonora....me hace pensar en Sherezade, en Balzac y en Houdini, todo al mismo tiempo. También parece raro el empecinamiento de "la testimonial" en exculpar a Bárcenas; desde Crespo (que para su desgracia no es familia de Cospedal) hasta Villar Mir, pasando por Garcia Pozuelo, la corriente de opinión/declaración, es unanime: El marrón se lo come Lapuerta. Pero, claro, el ciudadano - a pesar de un sistema educativo pensado para generar individuos gamma - se ha vuelto listo a collejas y, a lo mejor, se esta organizando en hipotéticas listas libres, con hipotéticos candidatos independientes (del estilo Garzón), para una hipotética victoria electoral que acabaría, hipoteticamente, con el bipartidismo, la monarquía y el imperio de la banca, de una sola tacada.

       Tengo una amiga, Juana, que me llama "Santa Virtudes de la Negra Profecía" porque fué votante del PP y, mientras metía su papeleta en la urna, servidora ya la estaba hablando de Cápio y Güemes. Desde entonces, he acertado los pasos de Génova, con la misma exactitud con que ella ha vivido sus consecuencias (preferentes, paro y becas), y ahora me da pánico hablarle de politica. A ver como le explico que no hace falta bola de cristal: Basta con interpretar las señales

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