No quería hablar del aniversario pero, curiosamente, mis hijas se han puesto como hidras. Que si "ya que tienes un blogg, podías ejercerlo", que si " es mas interesante el 15 M que la vida de Manolito", que si "Las fiestas del barrio tampoco han sido para tirar cohetes y, a Moñitos, casi hubo que quitarle el pringue de lápiz con escoplo"....Todo eran quejas y protestas en una gente que, pensaba, escuchan la palabra libro y echan mano a la pistola (De la RED creí que se limitaban a youtube y Violadores del Verso). Pues bien, que lo sepan, no he querido hablar del aniversario de ayer porque a la imagen me remito, y, además, bastaba escuchar a Cospedal, esta mañana, intentando no hablar de cifras. Mis hijas son muy jóvenes y existen infinidad de matices que se les escapan por el sumidero de la moda. Por ejemplo, ¿Cómo se les puede inculcar la protesta absoluta del silencio? Después de haber convivido con cuatro planes de estudios distintos (a cual mas imaginativo e insulso) ¿Cómo les explicas que hay una zona oscura en el límite de la ley donde la misma ley permite su transgresión?
Cierto que ayer el espíritu social gritaba, en vivo, la misma queja que construyó una cuna en Sol. Y, cierto también, que la plaza rebosaba de la alegria del reencuentro, de vernos todos y más, y darnos aliento, y jalearnos con música, y bailarnos con banderas y pancartas, porque volviamos a estar en asamblea. Pero precisamente por eso, hijas mías, porque es cierto y la imagen canta, el silencio resulta más inquietante, mas espeso, siniestro casi de no saber que oculta, y, siempre, termina cristalizando. No hacen falta palmaditas en la espalda, bastaba con escuchar hoy, lunes, a la derecha atrincherandose en la mayoria absoluta de sus listas cerradas. ¿Hace falta mayor prueba de la supervivencia del Movimiento?
Por si aún os queda alguna duda, niñas mías, atended a Ramón Jauregui porque la Plaza rebosaba. Escuchadle pedir al PSOE que se ponga de frente, porque ya no son tiempos de perfiles. A lo mejor intuís que, practicamente todos en la Carrera de San Jerónimo llevan ficha social de frente y de perfíl, y, para volver al bipartidismo se van a tener que borrar la cara. Es mi obligación de madre enseñaros la perversa sutileza del matiz: Sereis más felices y os darán menos collejas.
Un beso
Mamá.
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