miércoles, 13 de marzo de 2013

Púrpura y Castigo



 



       En dos palabras, im-presionante. Aunque yo juraría que el Vatileaks levitaba sobre las cabezas de sus Eminencias, casi a la misma altura que el Espíritu Santo,el espectáculo impresiona; y si, encima, te lo retransmiten en directo y en Primerisimo Primer Plano, tanta púrpura maréa. De todas formas (servidora es más devota de las Órdenes Minoritas, y,con hábito, la pompa se reduce mucho) de ahí a generar temor de Dios, va un abismo por mucho que cuatro cadenas de televisión -dos de ellas públicas-nos susurraran el Acto de principio a fin. Dudo mucho que la audiencia les aguantara la hora y media de Ilustrísimas jurando en latín, sin escapar a las pecaminosas playas de tele 5. Porque eso no hay espectador que lo aguante ni comentarista que lo anime. Ahora bien, cuando el camarluengo dijo, con voz de ultratumba (y en plano Peter Cushing), "Extra omnes", y cerró, como una sentencia, los portones de la Capilla Sixtina, Paloma Gómez Borrero, Nieves Herrero, TeleEspe, La 1, Intereconomía y la 13, se recogían también a la solemnidad.

          Mientras invocan desde el backstage de la politica española, (que empieza a ser otro dogma de fé) los cristianos del PP visten a Bárcenas con los trapos que les dona, solidariamente, el PSOE, a ver si le disimulan los bolsillos. Al muñeco ya le han puesto:

.Una Barretina
.Un chaleco de minería berciana
.Una gaita blanca
. Y el traje de Oscar López (a la espera del 3/4 de Rubalcaba)

         Hay un cierto olorcillo a estafa hasta en los directos desde Roma, donde no se recogen las protestas (nudistas o de ausencia) de la Plaza de San Pedro. Se respira sutil advertencia por todos lados; en Hacienda por boca del portavoz Montoro  amenazando en el Congreso; en los medios afines  repitiendo hasta la nausea, lo de la condena a tres años que le ha caído a un periodista del Guardian por difamación, en la imagen de Rajoy, la Patronal y los Sindicatos, que se han reunidos para decidir el futuro de los jóvenes... como si la ausencia de credibilidad empezara a hacerse palpable.

       En la Sixtina, lo que se hace tangible es el miedo: Van a tener que sacar la pederástia y las finanzas, para hacer hueco al Espíritu porque, en un mundo en el que sus Eminencias twittean y han tenido que empezar el cónclave con envoltura de inhibidores militares, sus Señorías (de la católica España) eligen Tribunal cuando el fiscal les husmea los asuntos, y  sus Excelencias de la UE ocultan un informe sobre la pobreza real de sus ciudadanos, tengo la impresión de que el nuevo Pápa no solo va a necesitar un pañuelo en el salón de las Lágrimas; tendra que pedir una compañía entera de arcángeles  vengadores, si quiere meter en cintura a su grey. De momento, fumata negra y sin señales de paso a gris. Nadie quiere la patata caliente, empezando por Benedicto. 



           

         


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