El Crujido

                                             


       Debió ser la lluvia que me mojaba la cara a churretones, la que me empañó las gafas ayer, a media tarde, cuando sacaba a Manolito. Tuvo que ser la lluvia porque una ya está lo suficientemente talluda y desencantada como para que la haga llorar una mujer -muy mayor, muy triste y muy avergonzada- que intenta vender su vida de recuerdos ( una medallita del Pilar, un anillo "bueno", aunque le falta un circonio pequeño ) desde una bolsita blanca de farmacia. No la dejé abrir la bolsa, le di lo que llevaba en el bolsillo.

- Por favor - casi le supliqué mientras huía. Detrás la señora, como yo sin paragüas, decía "Dios se lo pague", por cuatro euros. Ahí, se me crujió algo, no sé exactamente qué pero si hubiera sabido en ese momento lo del corralito chipriota, habría olfateado la miseria que ya nos esta lamiendo los tobillos.

        Espías, chorizos, diputados, senadores,Wert convencido de que, en España, lo de la corrupción está hiperdimensionado - totalmente de acuerdo, aquí no se hacen las cosas a medias -, la loba no es loba solo por aullido, sino por madre de lobbies, y Botella currandose una plaza en las próximas listas vía COI....Todo son razones, pero si algo me ha llevado del crujido a la rotura, han sido las imágenes del Abu Grahib hispano, y, sobretodo, la sensación de que "El Pais"está echando sal sobre los campos de Marte abonados, hoy por hoy, con federalismo socialista y vitaminados con "referendumina" de los laboratorios Generalitat.

         Hace ya muchos años que, servidora, se pasó de la infantil esperanza en la casualidad, a la incontestable fe de la causalidad, y obviamente existe más causa en una hipotética Reforma Constitucional, que casualidad en la propagación tardía de la paliza de Diwaniya; más causa en el déficit catalan, que casualidad en el distanciamiento repentino de CiU/ERC; mas causa en el puterio con fondos públicos, que casualidad en la comparecencia del Director del CNI.....

         España es un país lleno de países, atiborrado de causas y cuna de una de las mejores escuelas de "Recortadores de Efecto" del mundo (La otra es Italia, donde, además, consiguen coreografías imposibles). La Causa, hoy, vagaba de Chipre a Madrid, apretada contra el pecho de una jubilada, y envuelta en una bolsita de plástico de farmacia. El Efecto, debería ser contundente.