Poner cualquier informativo hace que me sienta como una medusa mediterránea: bella por encima, venenosa por debajo, a merced de la corriente y comestible para los japoneses. La culpa es, como siempre, de la estructura de la pecera, donde se han perdido las escuchas originales del caso Gurtel. Tal y como yo lo veo, por estas pequeñeces queda en evidencia la calidad del acuario, la red de empalmes chapuceros con que se intenta mantener la temperatura del agua. Y,así, se ha ido a negro la infraestructura eléctrica del edificio España. Planta a planta, sobre plano, el inmueble habría sufrido los siguientes daños:
1.- Sótano: Interior, lo más profundo, se cortocircuitan, en coca, las pruebas del procedimiento político.
2.- 1ª Planta: Escaparate y lucimiento al exterior; alguien se ha pasado de watios y, entre el marfíl y los diamantes, el flashazo a fundido la iluminación de toda la cristalera.
3.- 2ª Planta: Gerencia y administración; la chispa ha saltado por acumulación de papeles y musgo. No han cubierto las directrices europeas sobre extintores de informatización y transparencia
4.-3ª Planta : Servicios de Seguridad e Higiene; en este momento tienen problemas para evitar que los detrítus del Pardo rebasen la cinta negra aislante.
5.- 4ª Planta : Residencia de Recursos Humanos y Dirección de Personal; de tan pelado, un cable de regleta, amenaza con colapsar todo el sistema de enchufes.
6.- 5ª Planta (Ático): Los jueces hablan con Dios, toman el té y se afanan por mantener operativo su generador de electricidad autónoma.
Bárcenas en el alero físico, Rajoy en el Algarbe espiritual y la Cabeza del Estado interina, en el Almagro social. La vida es una metáfora constante, y tengo motivos, más que sobrados, para sentirme Medussa. Como todos, supongo.
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