Llega el Carnaval y no sé que ponerme, me imagino que este año las calles se llenarán de disfraces blancos, plegados como sobres, y habrá más cuchufletas de las habituales. Servidora sufre de instinto clásico y, si hubiera posibles, me adornaría a lo Comedia del Arte: quizá una Pierrette, o una Colombina rebajada de tul. Sin embargo, la tentación es mucha y hay demasiado burlesque en el aire para dejar pasar el desahogo. La vocecíta interior que me flagela de vez en cuando, insiste en recordarme lo inapropiado de un maridaje entre el evento dionisíaco y el retiro espiritual serio. Y una, que presume de obediente ante sí misma, solo va a seguir los fastos por televisión: Primero, para asegurarme que la cadena oficial retransmite el Festivál de Chirigotas" de Cádiz ("Parodia Nacional" sin derechos de autor pero con vocación de latiguillo popular), y segundo para ver, sin que las pancartas oculten el horizonte, los trajes de alquiler de sus Señorías.
Supongo que, aún dependiendo del buen gusto personal, hay ternos de obligado cumplimiento: puedo imaginar a Jesús Caldera travestido de Amy Martin, con medias negras de costura y taconazo, para marcar el misterio. A Durán camuflado de castañéra en algún barrio de la Puigcerdá profunda (La Iglesia lo llama "claustro de contricción ", la sociedad civil lo llama "escaqueo"). A Griñán, sin corbata, trajeado a lo pre jubilado marbelli "con negocios"; los Pujol desempolvando burros, carretas y hasta blusones de lunares, para reeditar, una versión decimononica de la tribu gitana triléra de la orilla derecha del Llobregat. Y así, hasta la Carroza Real, de la que tirarían elefantes y abogados en número paritário.
Pero donde, seguro, habrá despliegue de imaginación y medios por aquello de la variedad temática, va a ser en Génova (Madrid). Ya puedo verlos: Alvaro Pérez disfrazado de perro flauta, la Mato vestida de Caperucita y Buittón, Aguirre casi mimetizada con el turbante de Iznogud, o Botella, de Robinsón Crusoe abandonado de Viernes. Como comparsas, jueces, fiscales y policias. Para enterrar la sardina como corresponde, dentro de unos días, se espera asistencia oceánica: la Marea Verde, la Marea Blanca, la Marea Negra, y la del Calendário (15M, 25S etc).
Después de todo, puede que la bronca anual entre Don Carnal y Doña Cuaresma se salde con imágenes para la História.
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