Aquí se juega mucho a La Llave, una disciplina milenaria, a mitad de camino entre la Rana y el Lanzamiento de herradura, que emite un tañido por acierto, y así, claro, inunda las tardes ( y el concepto espácio tiempo) con unidades horarias en minimalismo japonés. Una termina por registrarlas como campanadas de cuartos en cena de Nochevieja, y apura la tarea sea esta cual sea. Pues algo parecido está ocurriendo con la Diada: los catalanes tiran hierro al fondo de un patio, la trayectória se ubica entre la rana croadora de CiU y los cascos recién claveteados de Esquerra Republicana, y la ciudadanía, que contempla el espectáculo al otro lado de una cuerda malamente tendida, hace corrillos para comentar el desayuno propio, la problemática económica ajena, y, solo de vez en cuando, el último tañido victorioso. Ya sé que no son cuartos ni minimalistas, ni japoneses, y, por lo tanto, no deben tomarse como agenda horaria habitual. Así pues, me decía el oído, nada justifica el ataque de histeria (con general incluído) que recorría a Isabelita Durán y colegas; hasta Edurne Uriarte, tan sosita y esposada, la pobre, parecía que hubiera metido los dedos ideológicos en un enchufe, y se le hubieran puesto los argumentos como escarpias.
Desde que se levantara el viento y los veraneantes, como Mary Poppins, se alejaran en el horizonte colgados de sus sombrillas, la calma chicha se ha asentado entre quienes permanecemos a pié de Ría. Nadie debería extrañarse de la socarronería que nos invade y nos capacita para descubrir al Ken que duerme disfrazado de Artur Más, al Chiquito de la Calzada (Honor y Gloria a la Tercera Edad) que alienta en Angel Sanchis, o a la gata con lacito que, en Madrid, se lame las garras tras haber despellejado (también despellejating en inglés Botella) al enemigo. Tanto es así que mas de uno ha rebautizado el día de Cataluña, como el "Día de las Secretarias". La curiosa gotera física del Congreso, pilla muy lejos, bajo cielos que lagrimean en ámbitos judiciales extraños donde reinan Aldaya, Ruz, Castro y el resto de Titanes.
Aqui, anda la preocupación en las cañas expuestas sobre los puentes cazando cena, en la sorpresa y captura de mariscadores sin carnet, en Pescanova y Lendoiro, en la fragata que Australia no termina de llevarse....Cosas de Casa. Al borde de un nacionalismo efectivo. Menos mal que un vistazo al Tótem tranquiliza mi alma, hoy, errática: Mientras Vasile siga tratando/considerando a "la entrañable" como ladilla incrustada en la Corona, los Titanes pueden seguir rugiendo tranquilos, y llegar, por el sendero de imputaciones amarillas, hasta el Cielo de Oz.
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