Casi dos minutos jaleando a las cuarentonas desilusionadas para que se vayan de marcha. Nada que ver con las típicas canciones de lo que yo llamo pop de plañidera (empezando en la abnegada 'Secretaria' de Mocedades y terminando en la justificativa 'Señora' de Rocío Jurado). Allí se reivindicaba el michelín, la experiencia, las canas… un compendio de las realidades que la acompañan a una desde los 45 en adelante. Al principio me desorientó un poco que empezara diciendo "señora de las cuatro…”, porque mi educación nacional católica inmediatamente lo asoció al término puta. Pero escuchando mejor se podía apreciar que decía “señora de las cuatro décadas” como en los vinilos de La Voz de su Amo, a 33 revoluciones. Y las tres estrofas culminaban en un estribillo que parecía recién sacado de la última campaña de la Dieta de la Alcachofa:
“Señora, no quite años a su vidaaaa,
Póngale vida a los añooooos,
Que es mejor”
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