Anda el ambiente desconcertado por el asunto Cristina - Montoro - Colegio de Notarios, y servidora nota como se le alegra la pestaña interior: ¿No será un ataque Hacker?. Si así fuera, las posibilidades se extienden como el Danubio en temporada de lluvias. Para empezar, de una tacada han colocado tres pares de banderillas:
- En el cogote de Montoro
- En la frente a la marca España del PP
- En el inconsciente colectivo de la Banca porque, una vez perdido el hímen, la Berta puede acoger cualquier cosa, quieran o no los técnicos de Hacienda.
Mientras hacemos tiempo esperando al sol Godot, ayer asistí a la presentación de la Semana Flamenca de Alcobendas en un auditorio tan blanco, que parecía un patio andaluz. Había poemario, "El Romancero Flamenco", autor de barba y sensibilidad antígua, silla de enea pintada de rojo sangre, y un payo, tan bien caracterizado de gitano, que llevaba al Duende en la guitarra. Fueron hora y media de versos por seguiriyas, de aplausos por alegrías y ecos silenciosos por bulerías: A Federico García Lorca, le hubiera gustado el acto; a mi, me encantó.
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